El cine Bilbao se desdobla en dos salas para en 500 espectadores

La sala Bilbao volverá a la vida en septiembre de 1994 con dos pantallas de cine que alumbrarán las ilusiones de 500 espectadores, según informó el responsable de obras de la empresa propietaria -Bilbao, SA-, Cirilo Talavera. El Bilbao, en la calle de Fuencarral, 120, ocupó las primeras páginas de los periódicos cuando el desplome de su marquesina causó la muerte a seis personas y heridas a otras 11 el pasado mes de enero. Los responsables del andamiaje no habían solicitado licencia para desmontar dicha estructura.Cuando todavía no se ha cumplido el año del suceso, el Ayuntamiento ha concedido licencia para dividir la sala. La obra de reforma, a cargo de la constructora Agroman, tendrá un coste de 230 millones de pesetas.

A raíz del derrumbe de la marquesina del cine Bilbao, el Ayuntamiento de Madrid emprendió una campaña de revisión de fachadas de edificios para prevenir otros accidentes. El jefe del departamento municipal de Protección de la Edificación, Fernando Macías, calcula que en estos 11 meses sus equipos han revisado 6.600 edificios. "El accidente del cine Bilbao ha tenido el efecto positivo de concienciar a los propietarios del riesgo que supone tener las fachadas en mal estado", comenta.

Sobrepeso o corrosión

Presumiblemente, la marquesina del cine Bilbao se desplomó -según la versión del Ayuntamiento- por la acumulación de peso sobre ella. Los obreros que habían desmontado un andamio -que sostenía el cartel anunciador de la película que se proyectaba en ese momento (Sister Act, Una monja de cuidado)- apilaron el material sobre la marquesina, que no resistió el sobrepeso.Sin embargo, el Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid continúa investigando el suceso y todavía no ha determinado si fue el sobrepeso o bien los defectos en la estructura la causa directa del desplome. Mientras, el responsable del cartel que sostenía el andamio, Gaspar Pérez, murió a consecuencia de un tumor cerebral y los propietarios del cine, los hermanos Reyzábal, no han ofrecido una versión pública de lo sucedido.

Durante la campaña que lleva a cabo el departamento de Macías, se han derribado algunas marquesinas que presentaban peligro, como la de los cines Narváez y Rialto y la de los almacenes Sepu. Otras tres marquesinas de salas de los hermanos Reyzábal (Palacio de la Prensa, Callao y Vergara) se restauraron en marzo porque, según Macías, su estado de corrosión "ponía los pelos de punta".