Severo Ochoa dispuso la creación de una fundación para la ciencia
El premio Nobel de Medicina en 1959, Severo Ochoa, fallecido el pasado 2 de noviembre, dispuso en su testamento la creación de una fundación que con el nombre de su esposa, Carmen Covián, también fallecida, y el suyo, tenga por objeto alentar la investigación científica y técnica mediante la concesión de un premio y la organización de una lección conmemorativa anual. La fundación tendrá su sede en la vivienda que el premio Nobel ocupó durante sus últimos años en Madrid.El testamento de Ochoa fue protocolizado ante notario el 28 de mayo pasado. Según desveló el diario La nueva España, de Oviedo, Severo Ochoa ha hecho también donación de 15 millones de pesetas y de una finca al instituto y al asilo, respectivamente, de Luarca, localidad asturiana en la que el científico había nacido en 1905.
El museo que Valencia dedicó a Severo Ochoa, y en el que está depositado el material científico del Nobel, recibirá nuevos fondos complementarios, y el Ayuntamiento de Gijón (Asturias), al que el matrimonio donó sus obras artísticas, recibirán el resto de las obras que el Nobel conservaba en su poder en el momento de fallecer, entre ellas dos óleos de Salvador Dalí y dos de Benjamín Palencia.
