La liberalización de las importaciones de arroz amenaza con romper el Gobierno de coalición japonés
Uno de los puntos claves para la conclusión de la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles), la liberalización de las importaciones de arroz a Japón, amenaza con polarizar las fuerzas que conforman la coalición del Gobierno del primer ministro Morihiro Hosokawa y ha lanzado a los agricultores nipones a la calle con agrias protestas.Aunque Japón haya presentado al GATT una lista de más de 6.000. productos no agrícolas para su liberalización, la abolición de las estrictas medidas proteccionistas en el mercado del arroz se ha constituido en el punto fundamental de la participación japonesa en la ronda de negociaciones.
[La crispación que vive la sociedad nipona forzó ayer al primer ministro a convocar para hoy martes una reunión especial del Gobierno de coalición que preside para discutir la liberalización de las importaciones de arroz, según la agencia Reuter]
La apertura del mercado japonés al arroz extranjero, con precios internacionales seis o siete veces más baratos, amenaza no sólo el medio de sustento de la élite agricultora sino que pone en peligro la esencia misma del sistema. electoral nipón.
A pesar de que la base del partido de Hosokawa es mayoritariamente urbana, otros partidos de la coalición con más años de carrera política cuentan con amplio apoyo electoral en las zonas rurales.
El Partido Socialdemócrata le ha recordado a Hosokawa recientemente que una de las condiciones para apoyar la coalición fue que el Gobierno se opusiese a cualquier plan incondicional para liberar el mercado del arroz.
El plan ofrecido por el Gobierno japonés al GATT contempla el acceso gradual durante seis años al mercado del arroz y una revisión del acuerdo final del GATT en 1999. Aunque el plan no especifica una fecha concreta para iniciar la verdadera apertura, deja un margen de acción amplio y muy necesario al actual Gobierno japonés.
[La previsible liberalización de las importaciones de arroz reunió ayer en Corea del Sur de nuevo a miles de manifestantes, según Efe, que se congregaron ante la embajada de EE UU para protestar contra las presiones estadounidenses para lograr la apertura de este mercado.]
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