Cientos de peces, hallados muertos en el Tajo a su paso por Aranjuez

Centenares de peces han sido hallados muertos en los últimos días, en avanzado estado de descomposición, en el río Tajo a su paso por Aranjuez; en concreto, en la confluencia de éste río y el Jarama. Las cifras son muy dispares; mientras algunos pescadores hablan de que la mortandad de pe ces se acerca a las 10 toneladas, fuentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Chinchón consideraron ayer exagerada esa cantidad.La causa más probable de la muerte puede haber sido un vertido tóxico procedentes de alguna empresa, según fuentes de la Guardia Civil.

Algunos pescadores de la zona indicaron ayer que el agua del Tajo tenía el pasado sábado un color totalmente blanco, y que el olor a disolventes y productos químicos era muy intenso en la zona. Ese mismo día, algunos pescadores trasladaron a los peces que aún continuaban con vida en carretillas, a otras zonas del río para evitar que muriesen. La corriente arrastró río abajo a casi todos los peces muertos.

La Guardia Civil rastreó ayer la zona y comprobó que, aunque la mortandad es elevada, no es todo lo alarmante que dicen los pescadores, según precusaron fuentes del instituto armado.

En la mañana del domingo, agentes forestales de la Agencia de Medio Ambiente también realizaron una inspección en el río y recogieron varios ejemplares de peces muertos para analizarlos y estudiar cuál ha podido ser la causa del desastre.

Antecedentes

Fuentes de la Guardia Civil se quejaron de haberse enterado demasiado tarde de la aparición de peces muertos en el río. Si lo hubieran sabido antes, habrían analizado el agua y su contenido de forma más exhaustiva con objeto de averiguar el nombre de la empresa responsable del vertido.

Durante la noche de ayer, se volvieron a efectuar nuevas inspecciones en el río. Fuentes del Ayuntamiento de Aranjuez dijeron desconocer que se hubiesen hallado cientos de peces muertos en el cauce del río Tajo.

No es esta la primera vez que se produce una mortandad tan elevada de peces en la confluencia de los ríos Tajo y Jarama.

En febrero de 1992, fueron halladas unas ocho toneladas de peces asfixiados debido al bajo caudal del río y la contaminación producida por el vertido de productos tóxicos de una empresa cercana al cauce.

En aquella ocasión, el estancamiento de los animales muertos obligó a intervenir a la Confederación Hidrográfica del Tajo. Durante una semana se efectuaron tareas de limpieza y se enterró en fosos de cal viva a todos los animales muertos. Aunque aquel fue uno de los casos más espectaculares, no ha sido el único. Y eso que la vigilancia es permanente y existe una depuradora de aguas residuales en la zona.