Vida privada

A más de un españolito le encantaría ser, al menos por un día, protagonista de una de sus noticias. Yo me consideraba uno de ellos; siempre soñé con ser reconocida por algún mérito. Lo que nunca imaginé es que mi primera aparición en un periódico fuera para contar mi vida amorosa, que es la impresión que da al leer el artículo sobre el concurso de fotografía erótica de la UAM, escrito por Paz Álvarez, el 5 de noviembre de 1993. Un concurso en el que yo participé para plasmar mi modo de ver y sentir un desnudo con la particular técnica que utilicé (de la que no se habla para nada en el artículo), y no para sérvir de comidilla a ninguna cotilla hambrienta que, harta ya de leer revistas del corazón, se pase a EL PAÍS en busca de un plato fuerte.A nadie le importa mi vida sentimental, ni que sea pelirroja, ni que llamo a mi novio chato, ni que me haya visto desnuda.

Es realmente denigrante ver cómo se banaliza una noticia sobre una actividad cultural, quedando convertida en una serie de declaraciones y afirmaciones maliciosamente morbosas.

Desde luego que, a este paso, tendrán que dar una ,emuneración a cada entrevistado para paliar los años personales que les causen; si no, se van a ver como la tinta para conseguirlos. Con el interés de que sea tenida en cuenta la opinión de una persona entrevistada, pido más respeto y objetividad a la hora de manipular las declaraciones que se hagan públicas-