Repatriados el capitán muerto y el sargento herido al estallarles una mina en Bosnia
JESÚS DUVA / JAVIER TORRÓNTEGUI El sargento primero Jorge Fernández Sánchez, de 29 años, herido en Bosnia, fue re patriado ayer en un avión C-235 que aterrizó en la base de Getafe (Madrid). Sufre graves heridas en la pierna izquierda, aunque su vida no corre peligro. El cadáver del capitán Fernando Clarez, de 33 años, muerto en la misma operación, llegó a Zaragoza a las cinco y media de la tarde. El ministro de Defensa, Julián García Vargas, asistirá el miércoles en Bruselas a una reunión de la OTAN sobre la situación en la ex Yugoslavia.
La patrulla de soldados españoles al mando del capitán Álvarez, exploraba en la mañana del pasado sábado un túnel con el fin de abrir de nuevo el puente sobre el río Neretva, y permitir la ayuda humanitaria a Sarajevo, cuando explotaron dos minas que acabaron con la vida del oficial, e hirieron de gravedad al sargento Jorge Fernández.Según relató ayer el capitán Saso, oficial oscense de la brigada paracaidista y que regresó de Bosnia en la comisión que traslado al cadáver del capitán fallecido, se desconocen más detalles de la forma en que se detonaron las minas: si fueron accionadas a distancia y de forma expresa, si se trataba de artefactos trampa u otras causas. La experiencia profesional que este oficial y el resto de compañeros atribuían al militar muerto, hace para ellos inaceptable la posibilidad. de una detonación fortuita. En el acuartelamiento de Monzalbarba (Zaragoza), sede del Regimiento número 12 de Pontoneros, mientras se instalaba la capilla ardiente cerca del patio donde hoy tendrán lugar las honras fúnebres, los amigos y compañeros del capitán Alvarez resaltaban su "humanidad, gran inteligencia y experiencia profesional con los explosivos".
El capitán resultó muerto y el sargento sufrió una gran herida contusa en la cara anterior interna de la tibia izquierda con pérdida de sustancia y afectación de músculos, hueso, nervios y vasos sanguíneos. La intervención quirúrgica a que fue simetido ayer duró más de seis horas y, al término de la misma, evolucionaba favorablemente.
El sargento primero herido, que es padre de dos hijos, fue sometido en Split a una operación quirúrgica que duró tres horas. Ayer, durante el traslado a Madrid, el avión voló a 15.000 pies (más bajo de lo habitual) para mejorar la situación clínica del suboficial, que realizó el viaje monitorizado. En algún momento del vuelo comentó "lo cerca que estaba de su casa" y "lo bueno que es tener a tanta gente detrás" de los cascos azules, según el teniente coronel Navarro.
Fernández ha quedado ingresado en el Hospital Militar Gómez Ulla, cuyos médicos continuarán atendiendo al paciente y, tras la operación de ayer, evaluarán si éste pierde el pie y el tercio medio inferior de la pierna izquierda.El cadáver del capitán Álvarez llegó a Zaragoza a las cinco y media de la tarde, procedente de Split. Al pie del avión esperaban numerosos altos mandos militares y de la Guardia Civil, pero ninguna autoridad civil. El féretro, cubierto con la bandera española, fue trasladado al Regimiento de Pontoneros y Especialistas de Ingenieros número 12. El cadáver, por expreso deseo de sus padres, José y Magdalena, será enterrado en la localidad asturiana de Pillarno, donde nació hace 33 años.
Segunda misión
El capitán, casado y padre de una niña, había estado en otra ocasión anterior en la misión de paz en Bosnia. Actualmente se preparaba para hacer el curso de ascenso a comandante.
El teniente coronel Navarro resaltó ayer que es la décima ocasión en que actúan los grupos que él coordina. La última vez fue el 30 de julio, tras la muerte del legionario José Luis León Gómez, de 21 años, durante un ataque croata con granadas contra el campamento de los cascos azules en Jablanica.
Por otra parte, el ministro de Defensa, Julián García Vargas, participará los próximos días 8 y 9, junto a sus colegas de la OTAN, en la reunión del Comité de Planes de Defensa y del grupo de Planes Nucleares.
"Dejadme que le bese"
"Dejadme que le dé un beso" rogaba la esposa del sargento Jorge Fernández cuando éste fue sacado del avión que le trasladó a Madrid. Y el beso fue tan rotundo que restalló como un latigazo en medio de la base aérea de Getafe.Junto a la mujer del suboficial estaba su suegro, el comandante Teodoro Fernández, la esposa de éste y una hija, además de otros familiares. El matrimonio Fernández tiene tres hijos: una mujer y dos varones (Carlos y Jorge), ambos suboficiales de la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares e integrantes de la misión de paz en Bosnia.
Carlos, vestido con traje de paracaidista, viajó ayer en el avión que repatrió a Jorge, lo que supuso una agradable sorpresa para su familia, que ignoraba esta circunstancia.
Los hermanos Fernández fueron enviados a Bosnia, como componentes de la Agrupación Madrid, el pasado 20 de septiembre. Su padre declaró en Getafe: "Ésta vez le ha tocado a Jorge, pues mala suerte. ¿Qué se le va a hacer? Peor ha sido lo del capitán... Ellos son conscientes de lo que hacen alli y del peligro. Cuando a uno le mandan, hay que ir y nada más. Si pasa algo, mala suerte".
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