El comercio vapuleado
En los comienzos de los años ochenta se constituyó una asociación, que se denominó Asociación de Empresarios de la Gran Vía, debido a que ya empezaban a perfilarse toda una serie de problemas, los cuales debían denunciarse de forma puntual allá donde procediera, con el fin de tratar de defender los legítimos intereses de un comercio tradicional en la zona posiblemente más emblemática de España.A lo largo y ancho de estos años han sido cientos las reuniones, asambleas, mesas de trabajo y cualquiera otra terminología que elija el político de turno en las que de forma clara y terminante han tenido información puntual relativa a la situación degenerativa en la cual estaba entrando el distrito Centro de Madrid.
Pero esta fauna maravillosa que conforman los políticos ofrece. contestaciones de todo tipo. Casi siempre la oposición ve soluciones rápidas y sencillas para los problemas, que curiosamente no ve de igual forma cuando tiene responsabilidades de Gobierno. En este momento, todo son complicaciones legislativas o de ordenanzas, como si no fuera cosa de ellos el tener que cambiar las leyes cuando son lesivas a los derechos de todos los ciudadanos. Además, siempre suponen que los ciudadanos de a pie tenemos que saber hasta dónde llegan las competencias de unos y comienzan las de otros. Y lo argumentan como disculpa, no sé si a su ineficacia, incompetencia o, en definitiva, mala gestión. Pero verá, señor político, a mí no me importa quién tiene que hacerlo, eso aclárenlo entre ustedes, que para eso cobran. Pero quiero que me arreglen los problemas.
Es increíble e insólito pretender vendernos a los ciudadanos, en una región como la nuestra, que aglutina a 357.450 parados según la última Encuesta de Población Activa y de los que 160.000 son de larga duración, que el trabajo realizado por ellos, los políticos, en estos años ha sido positivo y digno de alabanza. Aunque, en honor a la verdad, tenemos que dar gracias a Dios de que mientras en la Comunidad de Madrid el índice de paro supone un 18,3%, la media nacional está en un 22,99%.
. Al margen de las complicaciones psicológicas, familiares y de toda índole que han de tener estas personas en paro, y que no soy el adecuado para valorar, lo que sí que está claro es la enorme repercusión que esto tiene en el tejido económico de la región, pues es indudable que al no haber ingresos no hay consumo, y al no haber consumo seguirá aumentando el paro, como ya dice Juan Navarro, director general de Empleo.El comercio del distrito Centro está siendo vapuleado dramáticamente al haber tolerado de forma sistemática su deterioro urbanístico, aumento de la delincuencia, comercio indiscriminado de drogas, prostitución callejera, grupos marginales de emigración ilegal, etcétera, que producen todos ellos un auténtico escalofrío social.¡Y pensar que esto ya lo veíamos venir!
¡Cuantas veces se han comentado todos estos problemas a los políticos responsables!
Pero siempre hemos tenido una respuesta megalómana, ellos no se confunden nunca y somos nosotros los demagogos.
En estos años, de los ochenta para acá, no se podrían calcular los porcentajes de incremento que han tenido todos los impuestos, el IAE por ejemplo.
Supone, en muchos casos, pagar tres o cuatro veces más que el año anterior.
Ahora, en momentos de crisis, se nos pide a los ciudadanos el apretarnos el cinturón; siempre somos los mismos, los ciudadanos. Pero hay cosas que llaman poderosamente la atención: dos partidos políticos, tan distantes en ideas como son IU y PP, coinciden en pedir ahorro de gastos por la vía de suspensión de cargos públicos, o cuando el presidente Leguina contesta a una petición del grupo de la oposición en el sentido de rebajar el número de consejeros, "que si los quiere matar, cobrando el mismo sueldo, haciéndoles trabajar el doble".
Hoy, los empresarios de Madrid estamos trabajando bastante más del doble y cobrando bastante menos que hace años. No en vano nuestra comunidad autónoma ha sido la que más ha aumentado la tasa de desempleo en los últimos meses. Por algo será.
Seamos solidarios todos, nosotros los empresarios los primeros, pero también nuestra clase política; esos altísimos costes de endeudamiento que tienen las empresas públicas, por ejemplo Telemadrid, invertidos en realidades financieras rentables, podrían producir un efecto multiplicador de creación de puestos de trabajo que aliviarían esta dramática situación a muchas personas convecinas nuestras.
Comiéncese con estos fondos económicos, si es que no hay otros, la rehabilitación del centro histórico de Madrid. Ya verán cómo son muchos los puestos de trabajo que se crean, directos o inducidos, pues somos muchos los pequeños y medianos empresarios que estamos deseosos de ampliar nuestras plantillas, o al menos de mantener la que aún nos queda.
A pesar de todo, votamos por futuro, por ilusión, por ideales, por el trabajo bien hecho, por esperanza, por solidaridad. En definitiva, ansiamos todo lo con trario a lo que ahora tenemos, y es preciso hacer un llamamiento para que entre todos lo podamos con seguir.
Florencio Delgado Mulas es presidente de la Asociación de Empresarios de la zona de Gran Vía de Madrid y de los almacenes SEPU.
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