Un rascacielos para el puerto de La Coruña

Muy crítico con otras actuaciones del Gobierno central, el consejero de Pesca de la Xunta admite que la Dirección General de Marina Mercante se ha esforzado por mejorar la seguridad marítima en las costas gallegas. Pero aun así, López Veiga advierte: "Galicia es el único lugar del mundo que ha padecido cuatro mareas negras y algo habrá que hacer para que eso no vuelva a ocurrir"."Yo no puedo garantizar que no haya más accidentes, pero sí puedo decir que estamos elaborando un método racional de prevención y de respuesta", arguye el director general de Marina Mercante, Rafael Lobeto.

Lobeto firmó el pasado miércoles la autorización para construir una torre de control de la entrada y salida de buques en el puerto de La Coruña. Será una especie de rascacielos de 60 metros de altura, desde el que se podrá divisar toda la bahía de la ciudad. La Dirección General estima que las obras, en las que invertirá 1.000 millones de pesetas, estarán concluidas a finales del próximo año.

Cinco meses después del accidente del Mar Egeo ya se instaló un centro de control provisional para seguir el tráfico de buques. Además, el sistema permite averiguar si los barcos realizan la maniobra de aproximación a puerto acompañados de un práctico, como establece la ley. Esta norma se incumplió en el caso del Mar Egeo, que se adentró en la bahía sin que el práctico se hubiese subido a bordo del petrolero para dirigir la operación. Al mismo tiempo, según Lobeto, también se han dado órdenes para que un remolcador escolte a todos los buques de gran tonelaje que acceden al puerto.

Lobeto también defiende los trabajos de limpieza de las playas de la zona, que permitieron que el pasado verano los arenales estuviesen en perfectas condiciones para los bañistas. Sin embargo, los pescadores y los ecologistas son muy críticos con estas actuaciones, que supusieron la repoblación de 28 playas con 300.000 metros cúbicos de arena. El secretario de la cofradía de Caión afirma que las administraciones centraron su intervención en proteger los intereses turísticos y se olvidaron de los trabajadores del mar. "Se limitaron a limpiar las capas superficiales de petróleo", denuncia Xoan López.