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Esta palanca paraliza Madrid

El giro de una manivela en un centro eléctrico bastó para poner patas arriba la capital

Jan Martínez Ahrens

¿Cómo sumir en el caos a la capital de España? El despiste de un operario de Iberdrola dio en la mañana del martes la respuesta: basta girar una manivela equivocada de una línea de alta tensión auxiliar de Tres Cantos. El operario lo hizo y el error se multiplicó a la velocidad del rayo: dejó sin metro a 100.000 personas, retrasó trenes, desarboló el sistema de semáforos y se hizo notar en cientos de miles de hogares. El hallazgo fue fortuito: el trabajador, cuyo nombre Iberdrola guarda celosamente, se confundió de línea de alta tensión y puso en tierra una corriente que no había sido previamente cerrada.La instalación que debía ser reparada se alzaba a 20 metros, pero el operario no se percató hasta que se formó un potente arco eléctrico sobre su cabeza. La caída de tensión duró apenas un segundo. Lo suficiente, sin embargo, para destapar la vulnerabilidad de los transportes públicos madrileños. El trabajador, que sólo pretendía instalar una bobina de transmisión de comunicaciones para uso de la compañía, permanece ahora sumido en una "depresión", según la empresa.

Para trabajar sin peligro debía cortarse la línea de 220.00 voltios. El primer paso consistía en accionar un interruptor, la llave que corta la línea, según Iberdrola. Esta operación se efectuó por ordenador desde el centro que la empresa dispone en el paseo de los Melancólicos. El trabajador habló por teléfono con dicho centro. Le confirmaron que el interruptor había sido accionado.

Inició su trabajo, pero en un lugar equivocado. Accionó el seccionador, un segundo interruptor de salvaguardia. La operación, considerada rutinaria, se ha de efectuar manualmente por "motivos de seguridad", según Iberdrola. El operario siguió su cometido. El seccionador, un aspa de metal, se movió satisfactoriamente, al tiempo que él giraba una manivela que había sacado de una de las cajas adosadas al poste de alta tensión.

Posibilidad de accidente

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Ya sólo faltaba accionar una segunda manivela en el poste de enfrente para sitúar la corriente en tierra. De este modo, en caso de accidente, la descarga se perdería en el suelo y se evitaría el daño al trabajador.

Lo hizo y ese fue el error. En ese momento, las siete de la mañana, se produjo la caída de tensión. Al confundirse de línea, había puesto en tierra la tensión -un chorro de amperios- formando un circuito que hizo oscilar por un segundo el suministro eléctrico de la red. "Un error de posición física". Asi resumió ayer la confusión el ingeniero de Iberdrola en la zona Este, Francisco Arroyo.

A partir de ahí se desató un devastador efecto en cadena. Iberdrola ha insistido en que en ningún momento se perdió del todo el suministro. La empresa sólo habla de "caída de tensión". También ha destacado que en menos de un segundo los sistemas de protección de la red eléctrica se pusieron en marcha, evitando el corte. Iberdrola posee unas 30 estaciones de transformación en la Comunidad de Madrid. En su gran mayoría, carecen de vigilantes. Ese es el caso de Tres Cantos. "Si tuviesemos vigilantes en todas las estaciones, se encarecería el recibo de electricidad y pagaría el consumidor", señaló ayer un portavoz de Iberdrola.

El trabajador ha sido retirado del servicio. La reparación la efectuará otro equipo. La aspas del seccionador estaban ayer chamuscadas.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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