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España vende ocho cazas Harrier de segunda mano a la Marina de Tailandia

Miguel González

El Ministerio de Defensa está ultimando la venta de ocho aviones Harrier de despegue vertical a Tailandia, que servirán de dotación al portaaviones que Bazán construye para la Marina de dicho país. Los Harrrier AV-8A Matador que se venden, fabricados por la firma norteamericana McDonnell Douglas en los años setenta, están al final de su vida operativa, por lo que España va a comprar ocho nuevos Harrier AV-8B Plus por 50.000 millones de pesetas.

La importancia de la venta no radica sólo en su monto económico, estimado en 100 millones de dólares (casi 14.000 millones de pesetas), sino en su transcendencia para el buque que Bazán construye por encargo de la marina tailandesa. Con los Harrier, el barco (inspirado en el Príncipe de Asturias, aunque de menor tonelaje) deja de ser un portahelicópteros para convertirse en un portaviones de bolsillo, lo que suscita recelo en los vecinos de Tailandia.El portaviones de Bazán, que debe ser entregado a principios de 1997, tendrá que adaptarse para que puedan operar los Harrier desde su cubierta, lo que obligará a revisar el precio incialmente contratado: 300 millones de dólares. Además, los pilotos tailandeses realizarán parte de su adiestramiento en España. Las autoridades de Bangkok ya han dado luz verde a la operación y sólo falta que EE UU autorice la transferencia de tecnología.

El jefe de la Armada, almirante Carlos Vila, y el secretario de Estado de Defensa, Antoni Flos, han viajado a EE UU para recabar la autorización y, al mismo tiempo, negociar el alquiler de dos fragatas y dos buques anfibios de segunda mano.

Las dos fragatas, de la clase Knox, serían alquiladas en régimen de leasing, con opción a compra, por 5.000 millones de pesetas cada una durante cinco años. La Navy tiene una veintena de fragatas de esta clase, similares a las Baleares españolas, con 20 años de antiguedad e hibernadas desde hace dos en un río. Seis han sido ya compradas por Grecia y Taiwan y las demás ofrecidas a numerosos países del Tercer Mundo.

No ha trascendido el coste, muy superior, del alquiler de los buques anfibios, LST de la clase Newport, también con 20 años de antiguedad. El alquiler de estos barcos podría provocar un aplazamiento de los dos principales programas navales españoles de finales de esta década: la fragata F-100 y el buque anfibio LPD.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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