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Entrevista:

"SóIo el método de trabajo me diferenciará de Corcuera"

Es viernes por la tarde y acaba de regresar del primer Consejo de Ministros al que asiste -"el acto más importante que puede vivir un político"-, pero sólo horas después acudirá a uno de los momentos más tensos para quien ocupa su sillón: el funeral por una víctima de ETA, en este caso el ertzaina Joseba Goikoetxea. Pregunta. ¿Qué le hubiera gustado resolver en Prisiones antes de irse?

Respuesta. Concluir el plan de cárceles nuevas. Es un proyecto para acabar con el hacinamiento. Espero que me inviten a la inauguración de la primera cárcel tipo de ese plan [será, dentro de cinco o seis meses, la de Soto del Real, en Madrid, contra cuyo proyecto ha habido múltiples movilizaciones].

P. ¿Mantiene que la seguridad de las cárceles dependa de funcionarios de prisiones y no, como ahora, de Interior?

R. Sí. Ahora veo el problema desde el otro ángulo, pero mantengo mi posición.

P. ¿Y cuál es el peor recuerdo que le queda de esa etapa?

R. Que me sentaran en el banquillo en el juicio por el caso del ultra José Fernández Cerra [trató de impedir que disfrutara un permiso que le concedió el juez], porque sentí que estaba pagando la pena de banquillo.

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P. Le quedan otros casos pendientes ante la justicia...

R. Sí.... uno en Sevilla porque el juez entendió que apliqué "rigor innecesario" a unos presos peligrosos. Ese rigor era imprescindible. Esas medidas contaban con el respaldo de los demás jueces de Vigilancia Penitenciaria.

P.Algunos fiscales creen que usted esquivaba el control judicial.

R. Se trata de temas puntuales de escasa importancia. Si el fiscal no está de acuerdo con alguna norma u orden, que recurra. Él es el encargado de que haya control judicial.

P. Su antecesor en Interior ya tuvo fama de no entenderse con los jueces. Usted ya llega al puesto con precedentes similares.

R. No, no. La relación ha sido fluida y buena. Si un juez ha creído en algún momento que tenía que corregir algo, lo ha hecho, se ha acatado su decisión, y punto. He estado cinco años y medio en el cargo, con 40.000 presos y... he tenido muy pocos conflictos. Lo normal es tener buenas relaciones, incluso aunque haya interpretaciones diversas.

P. En esta relación siempre subyace el binomio seguridad / libertad...

R. Hombre, tendríamos que hablar en todo caso de los conceptos seguridad/derechos. Pero sí...

P. Llega a Interior y se encuentra que sus dos directos colaboradores tienen un pie fuera de la casa.

R. Tengo una alta consideración de su labor. Que muestren, como podemos intuir, un cierto cansancio..., un cierto deseo de dejarlo..., y que además lo exterioricen..., no creo que deba extrañar a nadie. Yo entendí sus comentarios al respecto más como un gesto de generosidad para que yo me sintiera más libre a la hora de contar o no con ellos, y creo que han de continuar en sus puestos.

P. No habrá entonces relevos ahí.

R. No habrá cambios inmediatos.

P. Luis Roldán, director de la Guardia Civil, está en situación más especial por las noticias sobre su patrimonio.

R. Él ya ha dado sobradas explicaciones. Lo conozco desde hace años y no tengo la menor duda sobre él.

P. Entonces, ¿les ha convencido a Roldán y al secretario de Estado Rafael Vera para que sigan?

R. Van a continuar.

P. ¿Piensa incidir en alguna línea política diferente a las seguidas por Corcuera?

R. José Luis Corcuera ha sido un gran ministro. Tiene una gran talla política y ha logrado dar una gran impronta a este ministerio. Su línea política ha dado muy buenos resultados y, además, muy buenos beneficios al PSOE. Eso sí, él tiene una personalidad muy determinada, y yo soy totalmente diferente. Mi actuación seguirá todas las líneas que ha marcado Corcuera. Este ministerio está muy bien valorado y, por tanto, no voy a hacer una política diferente. En metodología, sí, porque mi forma de trabajo es diferente.

P. Pero usted está en contra de negociar con ETA...

R. Corcuera también.

P. Pero negoció [en Argel].

R. Fue un paréntesis, y apoyado y respaldado por las fuerzas políticas y por los medios de comunicación. Uno de los principales objetivos que tengo es precisamente mantener el consenso político en la lucha antiterrorista. Y en ese terreno digo que la negociación con ETA no es viable.

P. ¿Qué ventajas e inconvenientes ha tenido la dispersión de los terroristas presos?

R. Estaban agrupados y era menos problemático para el Estado porque no había fugas, no había conflictos... El separarlos tiene algunas ventajas: se impide que la organización dirija al colectivo de presos; impide que éstos se rearmen o rearmen a los activistas de fuera; impide que la cárcel sirva como una plataforma para engañar y embaucar a sus familiares...

P. ¿Cuántos de los 500 etarras presos siguen siendo irreductibles?

R. Aproximadamente un tercio, aunque eso puede empezar a variar.

P. ¿Cómo son las relaciones con Francia en la lucha antiterrorista?

R. Son muy buenas y mi deber es mantenerlas.

P. Usted conoce bien a los reclusos, pero sabe poco de los problemas internos de policías y guardias.

R. No, porque este ministerio lleva la seguridad de las cárceles y he tenido trato con la Guardia Civil. Espero no tener ninguna dificultad.

P. Ha sido acusado de grabar diálogos de presos con sus abogados...

R. Todas las intervenciones se han hecho con arreglo a la legalidad. Ya hay sentencias del Constitucional que lo avalan.

P. ¿Modificará la ley Corcuera?

R. Vamos a cambiarla en el sentido que dice la sentencia del Constitucional, y sólo los dos artículos que han sido declarados inconstitucionales. Se hará con rapidez y por vía parlamentaria.

P. Debe tener el Parlamento un control sobre los fondos reservados?

R. SI son reservados, son reservados. Y si no, pasan a los Presupuestos Generales. Si el Parlamento decidiera que quiere conocerlos... Nosotros estamos supeditados a lo que diga la Cámara.

P. ¿Es partidario de autorizar el sindicalismo en la Guardia Civil?

R. Eso está regulado en la ley y hay que mantenerlo como está. Me parece que está muy bien así. En la próxima ley de Plantillas ya están contempladas las fórmulas para canalizar las reclamaciones de los agentes.

P. Parece que actualmente caminamos hacia un modelo de policía federal. ¿Está de acuerdo con esta fórmula?

R. No nos precipitemos. Este país necesita adecuar los servicios públicos hacia el Estado de las autonomías. Habrá que adecuar también el Cuerpo Nacional de Policía a esa estructura. Yo tengo un concepto sobre cuáles deben de ser los servicios centrales que deben administrarse y dirigirse de forma conjunta y cuáles deben administrar las comunidades autónomas. Este país tiene una estructura en cierto sentido federal y bien está que se pudieran revisar algunos conceptos, pero dentro de un marco más general de las administraciones públicas. Hay competencias concurrentes clarísimas y otras compartidas entre administración central, autonómica, provincial y local. Así que esto necesita una revisión, pero tengo que madurarlo más.

P. Usted era considerado guerrista hasta hace sólo unos meses...

R. Como todo militante del PSOE; hasta que piden que optes. Y si hay que optar, uno opta. No soy yo quien adjetiva. Son otros. Parece que dejé de ser guerrista cuando hubo que optar en el grupo parlamentario [entre Carlos Solchaga y el guerrista Eduardo Martín Tovall. A partir de ahí, sigo siendo el mismo, pero se me adjetiva de otra forma.

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