EL ALIMENTO DE LAS ESTATUAS.
El crecimiento descuidado de los setos de la callle del Portal de Belén (frente al retiro) amenaza con extraviar entre el follaje las esculturas que allí residen. Una salida ante tamaña agresión sería que las estatuas se aficionaran a la dieta ramoneadora y diesen buena cuenta de los arbustos. Pero como no parece fácil prever las tendencias gastronómicas de estos madrileños, mejor sería entraran en acción las tijeras de podar. Mientras tanto, no resultará incomprensible que la pequeña imagen de piedra haya adoptado semejante posición.
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