Útimo ensayo para las generales

Los comicios parciales que ayer se realizaron en primera vuelta -la segunda se celebrará el 5 de diciembre- en 428 ayuntamientos italianos, con la participación de más de 11 millones de votantes que representan el 20% del electorado, tenían una importancia muy superior a su alcance meramente administrativo. Constituían una especie de ensayo final de las elecciones. generales que deberían celebrarse antes del próximo verano. Los resultados, que oficialmente se conocerán hoy, orientarán los planes de acelerar las legislativas o aplazarlas indefinidamente.Esto explica que, por gravísimos que sean en la práctica los problemas de las principales ciudades afectadas (Roma, Palermo, Nápoles, Génova, Venecia y Trieste), las recetas de soluciones que, en muchos casos, se esperan desde hace décadas, no variaran tanto de unos a otros candidatos. El juego electoral estaba en el campo político.

En ese mismo nivel de lectura, la principal incógnita residía en saber si la Liga Norte, a la vista de sus resultados, seguirá presionando para que el actual Parlamento se disuelva en diciembre, un objetivo que ha venido persiguiendo por sí misma pero a la vez que la izquierda, representada por los ex comunistas y otros movimientos menores.

A esa meta se han opuesto los partidos más afectados por los procesos contra la corrupción y más poblados de políticos en decadencia que, de no ser reelegidos, pasarían mayoritariamente a la cárcel. El primero de este frente de oposición es la Democracia Cristiana, seguida de los socialistas, que prácticamente dejarán de existir tras la renovación del Parlamento.

Con todo, los resultados de las municipales son difícilmente trasladables a un plano más general. Entre otras cosas, porque, al llevarse a cabo las legislativas a una sola vuelta, el voto en ellas seguirá sin dar una mayoría clara de Gobierno, mientras que las municipales se valoran por los resultados de las elecciones de alcaldes, que se deciden casi todos en la segunda vuelta.