Condenado a 30 años de cárcel un violador que se disculpó ante la mujer

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 30 años de cárcel a Said Chailic, nacido hace 25 años en Larache (Marruecos), como autor de un delito de rapto y otro de violación, de los que fue víctima la joven madrileña de 19 años M. M. G. M., quien fue sucesivamente violada por Chailic y un acompañante no identificado y a la que el violador pidió disculpas después. El tribunal condena también al procesado a indemnizar a la víctima con dos millones.

Los hechos ahora juzgados ocurrieron a las tres de la madrugada del 6 de junio de 1992, cuando la joven regresaba a su domicilio en Torrejón de Ardoz (Madrid), tras una fiesta de fin de curso.Un individuo no identificado la abordó por detrás y, bajo la amenaza de un cuchillo, la arrastró a un automóvil, a cuyo volante se encontraba Chailic. Entre los dos obligaron a la joven -que en el forcejeo con sus raptores recibió un pinchazo con el cuchillo en un pecho- a introducirse en el vehículo, que fue puesto en marcha.Tras circular durante unos siete minutos, el coche se detuvo y descendió de él la persona no identificada. Según declara probado la sentencia, Chailic indicó a G. M. "que se quitara la ropa, bajo la amenaza de que si no accedía a sus pretensiones, la persona que se encontraba en el exterior la mataría, y ante la negativa de M. M., quien comenzó a gritar y patalear, le tapó la boca, agarrándola por el cuello, procediendo a desnudarla".

Seguidamente la violó, salió del coche, entró el acompañante, quien violó igualmente a la joven, tras de lo cual el vehículo arrancó con los tres ocupantes.

La persona no identificada se apeó en la carretera de Loeches (Madrid) y Chailic llevó a la víctima hasta las proximidades de su domicilio "cuando estaba amaneciendo, no sin que antes, durante el trayecto", relata la sentencia, "tratase de disculparse con la misma por lo sucedido".

La víctima acudió a la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas, cuyos letrados la asesoraron para formular la acusación particular, que coincidió con el fiscal en calificar los hechos como delitos de rapto y violación y solicitar 10 millones de pesetas de indemnización. La defensa había pedido la absolución por embriaguez.