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Hassan II nombra a un ministro de origen judío y crea la cartera de Derechos Humanos

Los dos hombres fuertes del anterior Gobierno marroquí, Dris Basri, en Interior, y Abdelatif Filali, en Exteriores, además del veterano Ahmed Alaui, que seguirá como ministro de Estado, han sido confirmados en el nuevo Gabinete presidido por Mohamed Karim, Lamrani, y cuya composición fue anunciada ayer. Las dos principales novedades de este Ejecutivo consisten en la presencia de un judío, Serge Berdugo, en la cartera de Turismo, y la creación de un Ministerio para la Defensa de los Derechos Humanos.

Dos días después de que el rey Hassan II encargara al primer ministro saliente, Mohamed Karim Lamrani, la formación de un nuevo Gobierno, la radio nacional marroquí hacía pública ayer la composición del Gabinete. Los nuevos ministros juraron ayer a primera hora de la tarde sus cargos en el palacio real de Rabat en presencia del monarca alauita.Las piezas fundamentales de este Ejecutivo las constituyen los dos hombres fuertes del Gabinete saliente. El ministro del Interior, Dris Basri, que continuará desempeñando al mismo tiempo la cartera de Información, ha sido ascendido al rango honorífico de ministro de Estado, un cargo que hasta ahora sólo detentaban el ministro sin cartera Ahmed Alaui y el de Exteriores, Abdelatif Filali. La decisión del monarca de continuar asignando al ministro Basri estas dos carteras al mismo tiempo ha sorprendido en medios políticos de la oposición democrática.

Dris Basri se encuentra al frente de la cartera de Interior desde 1979 y de la de Información desde 1985. Este ministro, que el pasado 3 de noviembre cumplió 55 años, es un hombre enérgico, muy criticado por la oposición democrática, pero que mantiene estrechas relaciones con sus colegas de Interior de la Comunidad Europea y especialmente con su colega español, José Luis Corcuera. Basri no es un hombre de partido.

Continuidad en Exteriores

Al frente de la cartera de Asuntos Exteriores continuará Abdelatif Filali, un estrecho colaborador del monarca desde hace cerca de tres décadas. Filali es un hombre elegante y pausado al que se considera el contrapunto político de Basri. Es consuegro de Hassan II y un político también estrechamente vinculado con España, donde ejerció en dos ocasiones como embajador, la última en 1975, coincidiendo con la Marcha Verde y la firma de los acuerdos sobre el Sáhara.

Una de las principales novedades de este Gabinete la constituye el nombramiento de Serge Berdugo, un marroquí de confesión judía, al frente de la cartera de Turismo. Berdugo, de 55 años de edad e hispanófilo, es presidente del Consejo de las Comunidades Judías en Marruecos. Este nombramiento -es la segunda vez en la historia de Marruecos que un judío entra en el Gobierno- es un guiño a Israel en el marco del proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas en el que se encuentra implicado el rey Hassan Il. Pero además, el nombramiento de Berdugo es una importante concesión a la influyente comunidad judía residente en Marruecos, estrechamente vinculada al soberano y a la Casa Real, uno de cuyos consejeros es también del mismo origen.

La otra novedad es la creación de la cartera de Derechos Humanos, que ha recaído en Omar Azziman, uno de los dirigentes de la Organización de Defensa de los Derechos Humanos de Marruecos.

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