Lady Di se querella contra el 'Mirror' y el gimnasio que obtuvo sus fotos
La prensa teme que la situación se esgrima para imponerle restricciones legales
La princesa Diana de Gales recurrió ayer a la justicia británica para defender su derecho a la intimidad. Lady Di presentó una doble querella, contra el grupo periodístico Mirror y contra el gimnasio donde se la fotógrafo con una cámara oculta. Reclama la entrega de los negativos y una explicación detallada sobre los beneficios obtenidos gracias a las imágenes. Los abogados de la princesa no exigen, por el momento, ninguna compensación económica, pero dejan abierta esa opción. Sin embargo, deberá demostrar que el contrato de confidencialidad con el gimnasio ha sido roto.
Desde el palacio de Buckingham se hizo saber que la reina Isabel II, habitualmente hostil a Diana, respaldaba esta vez a la princesa en su batalla legal. Las posibilidades de éxito en la querella no estaban, sin embargo, nada claras. El Reino Unido carece de legislación sobre vulneración de la privacidad, por lo que los abogados de Diana se han visto obligados a un rodeo legal y basar la acusación en ruptura de contrato y abuso de confianza. La princesa deberá demostrar que había un acuerdo de confidencialidad, verbal o escrito, entre el gimnasio y ella, y que fue roto por quienes tomaron las fotografías y quienes las publicaron.Bryce Taylor, dueño del gimnasio L. A. y autor de las fotografías con una cámara oculta en el techo, justificó su acción por razones económicas. El gimnasio, dijo, estaba a punto de quebrar en verano pasado, cuando las imágenes fueron tomadas. Gracias a las 100.000 libras (casi 20 millones de pesetas) pagadas por el grupo Mirror, había podido salvar su negocio. "No me arrepiento", afirmó.
Un negocio truncado
El fotógrafo y el grupo periodístico calculaban obtener un millón de libras (casi 200 millones de pesetas) con la comercialización internacional de las fotos, pero un error de Colin Myler, director del Sunday Mirror, podría haber arruinado las expectativas: el domingo autorizó a la agencia Reuter a difundir una de las imágenes, que inmediatamente fue enviada a todo el mundo.
Los abogados del bufete londinense Mishcon de Reya, que representan a la princesa, lograron una primera victoria el lunes por la noche con un interdicto judicial que prohibía al Daily Mirror seguir publicando fotos de Diana en el gimnasio. El Mirror respondió publicando ayer una serie de consejos para mantenerse en forma, ilustrados con imágenes de una modelo singularmente parecida a Diana y vestida como ella. Además, el Mirror lanzó un concurso con premios de miles de prendas deportivas de los modelos de la princesa. El grupo Mirror tiene 14 días para responder a la querella. Un portavoz señaló que el grupo periodístico "no rehuiría la batalla en los tribunales".
El Daily Mirror llamó ayer "hipócritas" a quienes se habían escandalizado y tejió una argumentación confusa: las imágenes eran hermosas, no dañaban la reputación de la princesa, estaban. tomadas en un lugar público 37 servían para demostrar la insuficiente protección de la familia real. "El fotógrafo podría haber sido un terrorista del IRA", señaló David Banks, director del periódico.
La industria periodística, la Comisión de Control de la Prensa (CCP), diversos anunciantes y muchos diputados condenaron la actitud del diario sensacionalista, calificada de "irresponsable" de forma casi unánime. El grupo Mirror respondió a las críticas de los demás medios de comunicación retirando sus tres periódicos (Dady Mirror, Sunday Mirror y People) de la CCP.
La industria periodística teme que la actitud del grupo Mirror sea esgrimida por el Gobierno para imponer restricciones legales sobre la prensa. El primer ministro, Major, ha discutido varias veces con su Gabinete la necesidad de acabar con la llamada autorregulación de la CCP y promulgar leyes específicas. La automarginación del grupo Mirror puede ser una excusa idónea para crear un marco legal rígido.
El Sunday Mirror y el Daily Mirror son, últimamente, habituales del juzgado. El primero fue condenado esta semana a indemnizar con unos 700 millones de pesetas al músico Elton John por publicar una historia falsa sobre él. El segundo adelantó hace un mes fragmentos de las memorias de Margaret Thatcher antes de que el libro se editara, pero el juez consideró que la vulneración de los derechos de autor de la ex primera ministra se justificaba por razones de "interés público".
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