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Borís Yeltsin pretende convertir Rusia en una república presidencial

Ultimado el proyecto de nueva Constitución

Pilar Bonet

Rusia se convertirá en una república presidencial a la medida de Borís Yeltsin el 12 de diciembre, si se aprueba el borrador de Constitución ultimado en los talleres del Kremlin tras más de tres agitados años de discusiones sobre el modelo de Estado apropiado para el principal heredero de la superpotencia soviética.

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Los amplísimos poderes del jefe del Estado

El proyecto de Ley Fundamental, que despierta preocupación en medios democráticos por las competencias que concentra en el jefe del Estado y por el recorte en las competencias acumuladas por los territorios rusos, prevé un periodo transitorio de dos años, durante el cual las riendas del país estarán especialmente controladas por el presidente.De persistir en su intención de finalizar su mandato, que concluye en junio de 1996 (según se fija también en el periodo transitorio previsto por la Constitución), Borís Yeltsin puede sobrevivir políticamente a la primera Asamblea Federal (el nuevo Parlamento) de dos cámaras (Duma Estatal y Consejo Federal) que será electa por dos años en los comicios legislativos del 12 de diciembre.

A diferencia de los parlamentos futuros, que serán electos por cuatro años y contarán con un régimen ole incompatibilidades entre el Ejecutivo y el Legislativo, esta primera Asamblea Federal podrá tener a miembros del Gobierno como diputados.

El presidente dio muestras ayer de sus intenciones de disciplinar a los territorios rusos, igualados en derechos por la nueva Constitución, y firmó un decreto mediante el cual disolvió el sóviet de la provincia de Sverdlovsk y suspendió las competencias de sus diputados, según el servicio de Prensa presidencial. El decreto es una respuesta directa a la proclamación de la República de los Urales y a la adopción de la Constitución de esta entidad, que, según el comunicado difundido ayer, "carece de fuerza jurídica".

Yeltsin apareció anoche en la televisión para defender su borrador de Ley Fundamental, que para ser aprobado necesita el 50% más uno de los votos emitidos y una participación de más de la mitad del censo electoral. El presidente clasificó a quienes no acepten el documento en tres categorías: los que en octubre pasado quisieron "desatar una guerra civil", los "separatistas" y "los grupos delictivos mafiosos y corrompidos".

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Menos concesiones

El presidente en persona puso los últimos toques al borrador que debe publicarse hoy en la prensa, después de que una comisión de trabajo dirigida por el jefe de la Administración, Serguéi Filatov, cancelara aquellas concesiones que se habían hecho al parlamentarismo durante las reuniones de la Conferencia Constitucional y antes de que el Sóviet Supremo fuera violentamente disuelto el 4 de octubre.

Entre los puntos recogidos en el borrador figuran:

* El nombre del país será Rusia o Federación Rusa.

* La soberanía de la Federación Rusa se extiende a todo su territorio.

* La Constitución de la Federación Rusa y las leyes federales son superiores en todo el territorio de la Federación Rusa.

* La república (Estado) tiene su Constitución y legislación. Los territorios, provincias y ciudades de importancia federal tendrán sus estatutos y su legislación.

* Se establece la defensa de la propiedad privada y el principio de la propiedad privada de la tierra.

* Se quiebra la jerarquía del poder soviético, que establecía una continuidad desde arriba hacia abajo en todos los órganos de la Administración. La Constitución distingue entre "órganos de poder estatal" y "órganos de autogestión local".

* La pena de muerte constituirá un castigo excepcional para crímenes especialmente graves contra la vida, pero el acusado tendrá el derecho a apelación con participación de un jurado.

* Se vacuna contra prácticas del pasado al establecer que ninguna ideología podrá tener carácter estatal y se prohiben los trabajos forzados.

* Numerosas cláusulas advierten contra eventuales separatismos territoriales, prohiben fronteras aduaneras y obstáculos al espacio económico único.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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