_
_
_
_

El castellano será lengua de trabajo de la oficina de marcas

Los Doce darán mañana luz verde a la puesta en marcha de la Oficina de la Armonización en el Mercado Interior con la aprobación de su reglamento. Las normas de trabajo de esta oficina, que tendrá su sede en Alicante y gestionará la aprobación de nuevas patentes y marcas, plasmarán por escrito dos cuestiones capitales pactadas en el Consejo Europeo del pasado 29 de octubre: las lenguas de trabajo serán cinco -entre ellas, el castellano-, y la instancia jurídica de apelación en primera instancia tendrá también su sede en España, aunque los segundos recursos se verán en la Corte de Luxemburgo.La oficina de marca s está llamada a convertirse en una agencia de gran calado, después de que se ampliaran sus competencias a los asuntos de desarrollo del mercado interior europeo y los Doce aceptaran, a su vez, que los litigios judiciales que afecten a esta euroagencia se vean en España, a pesar de que la normativa comunitaria otorga inicialmente este derecho a Luxemburgo. La agencia de marcas reunirá a medio millar de funcionarios y altos cargos comunitarios en el triángulo Alicante-Elche-Santa Pola.

La posición española de exigir las sedes de la Agencia Europea para la Evaluación de Medicamentos o la de Medio Ambiente, pretendidas también por Reino Unido y Dinamarca, respectivamente, estuvo en un tris de bloquear la cumbre extraordinaria que reunió a los Doce en Bruselas hace 10 días para impulsar la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea.

Asimismo, los Doce acordaron que la agencia trabaje con cinco lenguas oficiales: castellano, italiano, inglés, francés y alemán. Esta decisión deja fuera del uso diario a las otras cuatro lenguas oficiales de la Comunidad: portugués, danés, griego y holandés.

En un principio, las lenguas de trabajo de la oficina de marcas debían ser el inglés y el francés, pero Alemania ya amenazó tiempo atrás con bloquear esta posibilidad, arguyendo que el 50% de las patentes aprobadas en Europa entre 1986 y 1991 son alemanas, al tiempo que el alemán es la lengua básica de la mayor parte de los textos legales sobre esta cuestión.

Finalmente, los Doce aceptaron como idiomas de trabajo el alemán, el español, el inglés, el francés y el italiano, que corresponden a los idiomas de los cinco países grandes de la Comunidad. Para España, la decisión de incluir el castellano entre las lenguas de trabajo no tiene sólo efectos simbólicos, ya que el uso del español en la euroagencia facilitará la penetración de marcas y patentes de América Latina.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_