_
_
_
_
VISITA HISTÓRICA DE LOS REYES A ISRAEL

Visita presurosa a los Santos Lugares

Desde que Isaac Rabin y Yasir Arafat hicieron las paces, son menos seguidas las huelgas que los días 9 de cada mes conmemoran el inicio de la intifada el 9 de diciembre de 1987. Bastó con que el Rey recomiese la ciudad vieja de Jerusalén para que muchos comerciantes abriesen sus negocios. Las prisas del séquito impidieron hacer compras si se exceptúa un camello de madera que la reina Sofía compró a vuelapluma.Los Reyes caminaron por la tortuosa ciudad amurallada acompañados por el cónsul de España o por el custodio de los Santos Lugares, el franciscano, Giuseppe Nazzaro. En su séquito no había ninguna autoridad israelí porque España no reconoce la soberanía de Israel sobre el sector árabe de Jerusalén.

Más información
Israel quiere utilizar los lazos de España con los países árabes para reforzar la paz

Los cientos de soldados y policías israelíes que custodiaban a la pareja real se encargaron, sin embargo, de recordar que aquello, era zona ocupada. Armados hasta los dientes, apostados en todas partes, fueron "un servicio de orden eficaz pero brutal", según un diplomático español. Los palestinos tampoco perdieron ocasión de recordar la ocupación, acercándose a miembros del séquito, para regalarles sus insignias.

A pesar de las tensiones no hubo incidentes. Sólo en el Muro de las Lamentaciones un grupito de judíos radicales exhibió una pancarta en la que se podía leer en inglés: "Recuerden la Inquisición". La policía los disolvió.

El recorrido real empezó en el Convento de San Salvador y continuó en el Santo Sepulcro donde asistieron a una misa. El patriarca Michel Sabbah entregó allí a los Reyes la medalla del Grato Ánimo en agradecimiento a la generosidad de la Corona y del pueblo español con los Santos Lugares.

La siguiente etapa fue el colegio de niñas Nuestra Señora del Pilar, financiado gracias a la cooperación española y y a la de la CE. Cientos de niñas palestinas dieron la bienvenida a los Reyes con gritos de alegría en español, idioma que todas estudian, además del árabe.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los Reyes llegaron al Muro de las Lamentaciones dónde el Rey se volvió a poner la kipa (gorrito que llevan los judíos en el templo). El retraso acumulado les impidió visitar las Sinagogas sefardíes y la Explanada de las Mezquitas. Con cerca de una hora de retraso, don Juan Carlos llegó al almuerzo que le ofreció Rabin. Empezó su discurso recordando que la puntualidad es una virtud de los Reyes, pero reconoció que él no cumplía la norma.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_