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Un incendio destroza el edificio de consultas del Puerta de Hierro

Vicente González Olaya

Tres plantas del edificio destinado a almacén y consultas médicas del hospital Puerta de Hierro de Madrid resultaron destruidas por un incendio originado a las dos de la madrugada del domingo. Los sistemas detectores de fuegos del centro no funcionaron porque no existían, según José María Pérez, subinspector del Cuerpo Municipal de Bomberos de Madrid. "El edificio carecía de sistemas de detección automática, bocas de agua, compartimentación de salas y separaciones ignífugas", explicó Pérez. Una versión que niega el director gerente del hospital, José Luis de Sancho: "Lo que pasó es que se fundieron con el fuego".Ningún paciente resultó herido, aunque 11 fueron evacuados para evitar que respirasen humo. Cuatro bomberos fueron atendidos ante el peligro de intoxicación. Las causas que originaron el siniestro aún se desconocen, pero ya se descarta que haya sido intencionado. Se barajan dos hipótesis. Carlos San Gregorio, por parte del hospital, apunta que "las humedades producidas por las últimas lluvias pudieron afectar a algunos cables". Los bomberos consideran como posible "hasta una colilla mal apagada".

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El incendio arrasó tres plantas del hospital

VIENE DE LA PÁGINA 1Las pérdidas materiales causadas por el fuego han sido calificadas por la dirección del hospital Puerta de Hierro como "muy graves", aunque hasta dentro de unos días no podrán ser cuantificadas. El incendio ha destruido importante material biológico, de investigación y documentación.

El incendio comenzó en torno a las dos de la madrugada en el segundo sótano del edificio, una zona destinada a almacén y archivo de material reprográfico. Las llamas y el humo se extendieron, en menos de una hora, por las plantas superiores. La acumulación de historiales médicos, fichas y publicaciones guardadas facilitó que las llamas se reprodujeran.

La escalera que une las tres plantas del hospital funcionó como chimenea y permitió la extensión sin ningún tipo de barreras del fuego. Los bomberos, avisados a las tres de la madrugada, sólo pudieron impedir que el fuego se propagase a edificios anexos y en donde dormían algunos enfermos. Aún así quedaron destruidos 1.400 metros cuadrados, incluidas las áreas de Policlínica, Investigación y almacenes de papelería. Las consultas más afectadas fueron las de Oftalmología, Traumatología, Endocrinología, Diabetes y Nutrición.

El fuego también arrasó las zonas de inmunología, endoscopias digestivas, radiodiagnóstico y diversas secretarías. Para facilitar los trabajos de extinción, la Policía Municipal cortó el tráfico de las calles de Pelayo e Isla de Oza, próximas al centro hospitalario, entre las tres y las seis de la mañana, hora en la que se controló definitivamente el siniestro.

Un familiar dio el aviso

El hospital fue construido hace 30 años, por lo que las medidas de seguridad no se ajustaban estrictamente a la actual normativa contra incendios. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, que acudió a primeras horas de la mañana al lugar, afirmó que "los equipos técnicos municipales seguirán muy de cerca los trabajos de reconstrucción y velarán para que se respeten completamente las nuevas normas anti-incendios". El alcalde aseguró que, en el momento de la construcción del edificio, "se era menos exigente".

Once enfermos, ingresados en un ala próxima al lugar del siniestro, fueron trasladados a otras salas para evitar ingerir el humo tóxico que se extendía por el edificio. Según los pacientes, "fue el familiar de un enfermo el que dio la voz de alarma, ya que no había nadie de seguridad en esa zona del conjunto hospitalario".

Los relojes eléctricos de la última planta quemada estaban parados a las 2.55 de la madrugada, a pesar de que las llamas comenzaron, según los bomberos, una hora antes. "Eso indica que se tardó casi 60 minutos en avisarnos", afirma el oficial de bomberos José María Pérez. Al lugar del siniestro acudieron, en menos de 10 minutos, nueve dotaciones contra incendios. El fuego se sofocó en tres horas.

El director de gestión del hospital, Carlos San Gregorio, afirmó: "Menos mal que el aire acondicionado estaba apagado, porque si no las llamas se hubieran extendido mucho más rápidamente". El sistema de refrigeración no funciona los fines de semana, al no realizarse consultas externas estos días.

Las consultas médicas no se reanudarán hasta el martes. Los pacientes, mientras tanto, serán desviados posiblemente al ambulatorio de la calle de Quintana y a la clínica de Trabajo de la avenida de Reina Victoria. El director gerente del hospital recomienda que los pacientes citados para esta semana se pongan en contacto telefónico con el servicio de admisión de consultas para confirmar esas citas.

"No nos enteramos"

Once enfermos ingresados en el edificio anexo al de consultas externas, separado del principal, tuvieron que ser trasladados a otra ala del hospital Puerta de Hierro para evitar que el humo les intoxicase. "Fue el pariente de uno de los ingresados el que dio la voz de alarma", aseguró otro familiar.Los familiares comentaron que las alarmas no sonaron: "Nos dimos cuenta del siniestro por el ruido que provenía del pasillo. En seguida nos trasladaron y no hubo pánico en ningún momento". En el momento de originarse las llamas los pacientes descansaban. "No nos enteramos de nada. Para estos casos tendría que existir un timbre de aviso en las habitaciones", aseguran.

Por su parte, el director médico del centro, José Luis Chamorro, afirma que "la evacuación de los enfermos se hizo rápida pero ordenadamente. Nadie resultó herido".

Los bomberos señalaron que en ningún momento hubo riesgo de que el incendio se propagase hasta el hospital general.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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