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El embajador de EE UU advierte que la inversión norteamericana depende de la contención salarial

I. C. El nuevo embajador de EE UU, Richard N. Gardner, de 66 años, advirtió ayer que las inversiones norteamericanas sólo vendrán a España si se contienen los sueldos, se reforma el mercado laboral y se mejoran las infraestructuras. Éste es el mensaje que en sustancia transmitió ayer el representante de Bill Clinton en el curso de su primer encuentro con la prensa tras su presentación de cartas credenciales ante el Rey, el jueves, en el Palacio Real.

El representante del presidente Bill Clinton en España prometió de entrada ser un "embajador diferente" y evitar "las declaraciones vacías de contenido". "Seré incluso crítico con mi propio país", anunció. Cumplió inmediatemente su promesa aportando su contribución a la negociación en curso sobre política de rentas y reforma del mercado laboral.Recordó que a mediados y finales de los años ochenta España "atrajo muchas inversiones". Ahora hay "33 grandes compañías norteamericanas implantadas en España sin contar los bancos". Antes de viajar a Madrid a principios de septiembre, Gardner se reunió en su país con representantes de esas multinacionales.

Con una franqueza inacostumbrada por parte de un embajador, Gardner no dudó en señalar que encontró entre sus interlocutores "mucho escepticismo" sobre las perspectivas económicas que para sus empresas ofrece España, un país que "no es ya una prioridad para sus inversiones". EE UU fue en 1991-92 el tercer inversor extranjero en España.

Esta pérdida de interés de los empresarios norteamericanos se explica, según Gardner, por tres motivos: los altos costes laborales, la rigidez del mercado del trabajo y una cierta carencia de infraestructuras. Su propósito como embajador es mejorar las relaciones económicas y lograr reactivar las inversiones, pero, según precisó, tal tarea "requiere, si se quiere tener éxito, una ayuda del Gobierno español".

Vinculado a partir de 1991, como experto en política exterior, a la campaña electoral del candidato Bill Clinton, redactó algunos de sus discursos sobre esta materia. Tres años antes había hecho campaña para otro aspirante demócrata, Michael Dukakis.

Diplomado de las universidades de Harvard y Yale, Gardner tuvo su primer cargo en el Departamento de Estado en tiempos del presidente John Kennedy, como viceconsejero para organizaciones internacionales, y, ya con James Carter, fue embajador en Roma.

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Durante este mes, su principal tarea será preparar la entrevista que mantendrán el 6 de diciembre en Washington Clinton y el jefe del Gobierno español, Felipe González. La relaciones hispano-norteamericanas carecen. de problemas, por lo que ambos mandatarios, según anticipó el embajador, se centrarán en temas multilaterales, como la OTAN y el GATT (acuerdo sobre aranceles y comercio), porque España se ha convertido "en uno de los protagonistas del escenario internacional", recalcó.

También abordarán otros asuntos en los que la diplomacia española posee experiencia, como Centroamérica y Cuba.

Gardner dio una versión menos optimista que la de las autoridades españolas sobre el futuro e la isla caribeña tras la visita a La Habana, este verano, del ex ministro Carlos Solchaga para asesorar a Fidel Castro sobre la apertura económica. "Creo que no volvieron muy alentados sobre las perspectvas de una transición", dijo.

Gardner tiene la intención de crear, como hizo en su día en Italia, un fondo que conceda créditos preferentes a estudiantes españoles para que cursen estudios en EE UU.

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