Corcuera cree que haber avisado a supuestos objetivos de los etarras creó alarma innecesaria

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, lamentó ayer en el Congreso que se haya creado alarma social innecesaria por el aviso a una serie de personas de que figuraban en una lista de objetivos de ETA meses después de que el entonces juez de la Audienicia Baltasar Garzón ordenase que fuesen avisados. Corcuera indicó que se advirtió a quienes se pensaba que eran objetivos reales y que se disculpará con otros por haberles alarmado innecesariamente.

José Luis Corcuera respondió ayer ante el Pleno del Congreso de los Diputados a una pregunta del parlamentario de Eusko Alkartasuna, Xabier Albistur, quien inquiría sobre las razones por las que se incumplió la orden de Garzón de comunicarle su presencia en la lista a todos los afectados. Esta relación es una lista que fue ocupada al etarra José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, tras la detención en Bidart en marzo de 1992 e, colectivo Artapalo, la máxima dirección de la banda terrorista, de la que Txelis formaba parte.El entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenó en octubre de 1992 que se pusiese sobre aviso a los incluidos en la lista. Pero recientemente, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) estaba investigando por qué la Audiencia Nacional estaba avisando a los relacionados con un año de retraso.

Agentes de la Guardia Civil habían visitado en sus domicilios a 183 personalidades de esa lista, que incluía sólo nombres que comenzaban por las letras B y C.

Corcuera aseguró ayer en el Congreso que se pensó que debía avisarse sólo a quienes figuraban como objetivos con datos concretos sobre su domicilio, matrícula del coche o costumbres diarias, pero que se creyó que no era necesario hacerlo con aquellas personas que en la lista figuraban sólo por su nombre. Interior entendió así, Según el ministro, que se había cumplido la orden y que ahora se ha creado una alarma social excesiva por ello. El titular de Interior ironizó diciendo que por esa vía podría llegarse al absurdo de tener que poner sobre aviso a todas las personas incluidas en una guía de teléfonos si un grupo de etarras detenidos manejara una de ellas. "No es lo mismo una información completa que un simple nombre", abundó Corcuera.

Por otra parte, los trabajadores de lkusi enviarán a las asociaciones pacifistas vascas, excepto a Elkarri, las cerca de 300.000 pesetas que les han sobrado del dinero que cada uno de los empleados había asignado para las iniciativas que durante cerca de cuatro meses ha estado realizando este colectivo de personas en defensa de la liberación de su compañero Julio Iglesias Zamora.

Aportación económica

Elkarri, organización nacida en el entorno de la izquierda abertzale, no recibirá ninguna aportación económica, porque la asamblea de trabajadores ha considerado "de forma democrática que quienes les han apoyado en todo el proceso han sido el resto de asociaciones que trabajan en Euskadi y no ellos" indicó uno de los portavoces de la empresa lkusi.

Los trabajadores llevarán a cabo hoy una concentración en la plaza de Guipúzcoa, de San Sebastián, en agradecimiento a los miles de donostiarras que durante el periodo del secuestro al que fue sometido Julio Iglesias Zamora exigieron a ETA su libertad.