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Desorganización en los servicios del cementerio y el tanatorio sur

Javier Casqueiro

Entrar y salir del tanatorio sur por la autovía de Toledo (N-401) es un viaje laberíntico. Está señalizado, pero resulta muy complicado para el denso tráfico de Todos los Santos en la necrópolis. Encontrar aparcamiento en su infrautilizado sótano -la mitad de su superficie está cerrada a los vehículos- es fácil, pero para salir del estacionamiento hay que aguantar una larga cola de coches. Sólo hay una puerta de acceso, y la tasa -se paga 115 pesetas a la hora por aparcar- la debe abonar el automovilista a la salida. Los familiares, cuando se traslada una comitiva fúnebre, se desplazan al mismo tiempo e, irremediablemente, se produce un atasco.En la lujosa instalación funeraria, no obstante, no se ha ahorrado ningún tipo de detalles, desde la inmensa cafetería semivacía hasta los ascensores que conducen desde el aparcamiento interior hasta un pasillo exterior para entrar nuevamente en el recinto. La puerta de los 60 velatorios disponibles también comunica con ese pasillo.

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Tumbas en el jardín

La llegada al colindante cementerio sur también conduce al atasco. El camposanto sólo dispone de una entrada abierta, y los coches, nuevamente, se paran. Aparcar en el exterior del recinto no sirve de mucho porque el cementerio es muy grande y se corre el riesgo de no llegar a tiempo al entierro del familiar. Introducirse con el vehículo propio puede ser una aventura.

Sección 15, letra Q. Ése es el dato ofrecido para no perderse. En la puerta no hay mapa o plano alguno para localizar el nicho del fallecido. Las calles están marcadas por secciones en unos letreros que apenas se ven y que parecen no guardar sentido alguno. Los familiares se guían por las aglomeraciones: "Por allí, que hay mucha gente". A la salida, sólo un acceso y nuevamente la cola. El enlace con la autovía de Toledo se produce en la calzada de destino a la capital de Castilla-La Mancha. El cambio de sentido para regresar a Madrid no está claro. Si se acude en esta dirección, al llegar al cruce con la avenida de los Poblados, nada indica la entrada al tanatorio.

253 cementerios en la región

Miles de personas sufrieron ayer éstos y otros inconvenientes en su visita a sus familiares fallecidos en el día de Todos los Santos. En la región hay 253 cementerios, y en Madrid capital, 20. La afluencia fue especialmente notable a partir del mediodía, a pesar de la lluvia.

Para evitar las aglomeraciones, sin embargo, la Policía Municipal y la Empresa Municipal de Transportes (EMT) dispusieron ayer servicios especiales.

Los cementerios más concurridos ayer fueron la Almudena y Carabanchel Sur. Los familiares acudieron, cumpliendo con la tradición, con flores entre sus manos. El precio de las flores ha oscilado este año entre 500 y 800 pesetas para los crisantemos. Un ramo con claveles, crisantemos y gladiolos elevaba su precio desde 2.000 hasta 10.000 pesetas.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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