650 niños pasan la escoba por la sierra de Guadarrama

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Desde Charca Verde hasta el embalse de Santillana, pasando por Canto Cochino (sic), distribuidos en siete puntos estratégicos, se organizó uno de los mayores despliegues de voluntarios ecologistas. Al final de la jornada, la sierra se había desprendido de una carga de cinco toneladas de basura.

Sólo en Charca Verde se recogieron unos 3.000 kilos, según Roberto Garrido, uno de los montañeros de la asociación organizadora Think Positive, que encabezaba un grupo formado por 50 chavales.

También Rafael García, miembro del grupo de montaña de Manzanares el Real, asociación local que acompañó a la expedición madrileña durante la semana, se sorprendió del cúmulo de basura almacenada en torno al embalse de Santillana, en la zona denominada de los pescadores.

Rafael García, al igual que sus compañeros, ha participado en las campañas anuales de limpieza que los vecinos de Manzanares llevan a cabo con Motorola, la misma empresa que patrocinó la operación de limpieza del monte Everest este verano.

A este grupo, encargado del entorno del embalse, las bolsas se les terminaron en apenas unos minutos. "¡Cómo guarrean los pescadores! Latas de cerveza, cartones, cristales... Parece que muchos aficionados al deporte con lo que realmente disfrutan es ensuciando el campo", manifestaban allí chavales del instituto Ramón y Cajal, de Hortaleza. Ellos habían leído un anuncio en el instituto y se apresuraron a apuntarse. "Cada día nos gusta más acudir a acampadas, limpiezas o plantaciones de árboles", aseguraban. Desde el instituto Ramón y Cajal volverían a acudir a la misma zona del embalse. "Allí queda cuatro veces lo que hemos podido recoger hoy", manifestaban.

No todos los limpiadores fueron chiquillos: El mayor -que no el más anciano- expedicionario, era Mariano, el de las Cárcavas (barrio de Hortaleza, "allende extramuros").

Dejar de comer cadáveres

Mariano limpió la sierra desde el nacimiento del río hasta La Herrera, donde ya no pueden pasar coches. Aseguraba que recorrió 10 o 12 kilómetros, gracias a que hace 12 años dejó de comer cadáveres.

"Me hice vegetariano". Mariano portaba hidromiel en la cantimplora, "como las legiones romanas cuando caminaban hacia Egipto: un litro de agua, una cucharada de miel, un limón, y desaparecen las agujetas". Mariano se declaró "contracultural", y dispuesto a a abolir el vino y la baraja para los mayores.

De cualquier forma, el esfuerzo de niños y mayores no fue suficiente para limpiar toda la sierra. Así lo reconocían los dos monitores encargados de los 54 chavales del colegio San Miguel.

Verónica Galán, una de las chicas, añadió: "Hemos dejado los contenedores repletos, ha sido algo increíble. Hay de todo, hasta botes de crema, pañales y condones".

A continuación, los niños de la segunda etapa de EGB añadían: "¿Cuándo podemos volver aquí? Queremos apuntarnos todos los años".

José Ángel Garrido, de Think Positive, acudió al puesto de Canencia. Allí con su grupo recogió en torno a 1.200 kilos de basura en hora y media. "Nos ha llamado la atención el volumen de porquería, pero también los sitios en los que se encontraba. Había tuberías y sillas en sitios inverosímiles".

José Ángel Garrido, al igual que Roberto Garrido, Manuel Bahamonde y Gabriel Narváez, participó en la operación de limpieza del Everest en agosto del año pasado y era la primera vez que acudía a limpiar esta zona. Sin embargo, afirmó que limpiar La Pedriza es tan importante como limpiar el Everest.

5.000 metros de altura

"Lo que hay que hacer es concienciar poco a poco a la gente para que llegue el día en que se tire menos basura y no se tenga que perder el tiempo en limpiar, sino hacer otras cosas en la naturaleza", dijo Garrido.

Think Positive consiguió dejar limpio el Everest hasta los 5.000 metros de altura y, según Roberto Garrido, "será para siempre, porque ahora la legislación del Nepal obliga a dejar 600.000 pesetas de fianza". "Si no bajas basura cuando terminas la expedición, no te las devuelven. Aquí no se trata de aumentar medidas restrictivas, sino de concienciación", añadió Garrido.

Después de trabajar, mientras todos los participantes comían reunidos en la explanada conocida como La Chopera de Manzanares el Real, los mayores se mostraban orgullosos de los menores.

Luis Ezcurra, director general de Motorola, firma patrocinadora, recalcó que su empresa continuará promoviendo actividades de este tipo en todos los países donde está ubicada. También recordó la colaboración de los ayuntamientos de la zona, ya que brindaron sus camiones de basura.