Sánchez Presedo seguirá al frente del PSOE gallego a pesar del acoso del sector guerrista

El secretario general de los socialistas gallegos, Antolín Sánchez Presedo, resistió ayer por segunda vez el acoso del sector guerrista del partido, que pretendía destituirle de su cargo tras el descalabro del PSOE en las elecciones autonómicas del pasado 17 de octubre. Por 113 votos a favor y 74 en contra, el comité nacional del PSOE gallego, máximo órgano entre congresos, aprobó una moción que supone la continuidad del renovador Sánchez Presedo al frente del partido, aunque condicionada a una "reformulación" de su proyecto político.

Como hace una semana en la ejecutiva, los guerristas no lograron su objetivo de destituir a la actual dirección del socialismo gallego. Después de 11 horas de reunión, el comité nacional reno vó su confianza en el secretario general, quien, sin embargo, estará obligado a imprimir al partido una nueva orientación estratégica hasta el próximo congreso ordinario, previsto para mayo. La decisión supone una derrota para el alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, caracterizado guerrista, quien en los últimos días ha encabezado la ofensiva para responsabilizar a Sánchez Presedo de los resultados de las elecciones del 17-O, en las que el PSOE per dió nueve de sus 28 escaños en el Parlamento gallego. Aunque Vázquez no asistió personalmente a la reunión de ayer, otros dirigentes identifica dos con sus tesis pidieron abiertamente la dimisión del secretario general y con él, de toda la ejecutiva. La intención de los guerristas era constituir una comisión gestora, que dirigiría provisionalmente el partido hasta el congreso. Los dirigentes próximos a Vázquez también proponían que esa gestora designase los puestos de responsabilidad del Grupo Socialista en el Parlamento autónomo, en un claro intento de impedir que Sánchez Presedo sea su portavoz.

Concesiones

Para obtener la confianza del comité nacional, el secretario general se vio obligado a hacer concesiones al denominado sector galleguista, que le ha venido apoyando en los dos últimos años. Así, el acuerdo de anoche obliga a la creación de un comité de estrategia que definirá las orientaciones políticas del partido hasta el congreso. Además, Sánchez Presedo se ha comprometido a dar un giro galleguista a las tesis del PSOE, una demanda planteada por numerosos dirigentes después de que en los pasados comicios el Bloque Nacionalista Galego consiguiese un fuerte incremento de votos.

A pesar de todo, la reunión de ayer dejó constancia de la profunda división que existe en el socialismo gallego. Aunque resignados por su derrota, los guerristas ya auguraron que la creación de nuevos órganos, como el comité de estrategia, plantean a partir de ahora una "situación poco clarificadora". Sin embargo, Sánchez Presedo mostró su confianza en que los socialistas de Galicia logren salvar sus dificultades para constituir "un proyecto común en defensa de los intereses de la comunidad".

En todo caso, la solución adoptada ayer es meramente provisional. La definitiva batalla se dará en el próximo congreso, en el que se producirán cambios importantes en los puestos de mayor relevancia de la dirección del partido, como reconocen dirigentes de ambos sectores, incluido Sánchez Presedo.