La primera ministra de Burundi vuelve y promete castigar a los golpistas
La primera ministra de Burundi, Sylvie Kinigi, ha vuelto a tomar las riendas del poder y ha prometido castigar a los militares responsables del golpe de Estado de la semana pasada que costó la vida al presidente del país, Melchior Ndadaye, y a varios ministros del Gobierno.
Tras recuperar el poder, Kinigi habló el martes por la radio nacional y pidió a los soldados que volvieran a sus cuarteles y que cesaran los asesinatos. La primera ministra hizo su alocución tras el apoyo recibido por los generales del Ejército, que la han pedido que asuma el poder y abandone la Embajada de Francia, en donde se refugió. Los mandos militares han descalificado a los golpistas y les han definido como soldados amotinados a los que ya persigue la policía.Como señal de que Burundi está volviendo a la normalidad, la primera ministra ha levantado el estado de sitio y ha anunciado la reapertura del aeropuerto internacional de Bujumbura.
Unos 400.000 burundeses se refugiaron en los países vecinos, sobre todo en Ruanda, a raíz de los asesinatos tribales que se registraron tras el golpe de Estado.
James Jonah, enviado especial del secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, viajó ayer a Bujumbura para ayudar a poner al país "en la legalidad constitucional". Los embajadores de Burundi en Europa han pedido a la ONU que utilice la fuerza militarpara detener las matanzas tribales y restaurar la democracia.
