La ejecutiva del PSOE califica de "mezquino" a Aznar una hora antes de su entrevista con González

El presidente del PP, José María Aznar, acudió ayer por la noche a su primer encuentro con Felipe González en esta legislatura en un clima de secreto y notoria desconfianza. Un cruce de descalificaciones mutuas, prolongado hasta los minutos previos a la cita, se encargó de avivar el fuego. Cuando Aznar se encaminaba ya hacia La Moncloa, la ejecutiva federal del PSOE acusó públicamente al Partido Popular y a su líder de practicar una política "mezquina, irresponsable y descomprometida". El jefe de la oposición, que había eludido hasta ahora la posibilidad de esta entrevista, llegó al palacio guardando silencio ante los periodistas. Sin embargo, a la salida de la entrevista, Aznar declaró que este tipo de encuentros personales no deben suplantar el diálogo parlamentario.

Aznar, que llegó poco antes de las nueve de la noche a la puerta principal de La Moncloa, abandonó el palacio a la una. Tras cuatro horas de reunión, Aznar declaró a Efe que, pese a que la normalización de las relaciones entre ambos líderes era "buena y conveniente", este diálogo personal no puede sustituir al Parlamento.El líder del PP aseguró que durante la reunión se habían analizado los principales problemas del país -"entre personas responsables se habla de todo lo que hay que hablar", dijo-, aunque evitó referirse al clima en el que se había desarrollado el encuentro. Tampoco precisó si esta entrevista servirá para desbloquear la falta de comunicación entre su partido y el PSOE, y subrayó que, en cualquier caso, el Parlamento es el foro para cualquier tipo de negociación y acuerdo, "especialmente las que tienen relación con la crisis del país".

Sin importancia

El jefe de la oposición aseguró que no concedía "la más mínima importancia" al comunicado del PSOE en el que se calificaba de mezquina su actitud y la de su partido. "Lo importante", añadió, "es mantener actitudes abiertas y constructivas".

Horas antes de la entrevista, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rodrigo Rato, aseguró que Aznar acudía a La Moncloa para pedir a González la elaboración de un calendario legislativo para cambiar la política económica. Rato añadió que, pese a que el líder popular había sido convocado para hablar sobre las iniciativas del impulso democrático -medidas para revitalizar la democracia-, Aznar tenía previsto abordar en profunidad la crisis económica y sus posibles soluciones. La política informativa de RTVE entraría también en el capítulo de sus reivindicaciones.

"No estamos a la espera de noticias del Gobierno, sino de hechos, y el problema es que no hay hechos. No se ha sabido articular una respuesta coherente ante la crisis", afirmó por la mañana el presidente del PP. A su juicio, es "un claro error" que el Ejecutivo haya rechazado su oferta de colaboración. "La propuesta que hicimos en el debate presupuestario no es un farol", apostilló.

Minutos antes de que González se trasladara desde la sede de su partido a La Moncloa para recibir a Aznar, la ejecutiva socialista difundió una nota en la que calificaba de "actitud políticamente mezquina y descomprometida con el interés general de los ciudadanos" la que lleva a cabo el PP. Este comportamiento lo contrastaba el PSOE, a menos de una hora de la esperada reunión, con la actitud "responsable" de otras fuerzas políticas, como CiU y Coalición Canaria, que sí han apoyado los Presupuestos Generales del Estado.

"La dirección socialista lamenta que sea precisamente el principal partido de la oposición el que esté manteniendo una actitud más irresponsable y negativa, eludiendo el compromiso que tiene con más de ocho millones de electores y orientando toda su actividad política hacia el negativismo permanente, que no aporta nada y en nada contribuye a crear un clima de sosiego", reza el comunicado socialista.

La nota añade que la actitud mezquina" del PP es constante, como ha puesto de manifiesto su líder, el señor Aznar, pidiendo la devolución de los Presupuestos y asegurando, en un alarde más de incoherencia, que quiere debatir sobre ellos". "Lo único que se le ocurre al señor Aznar, ante la oferta de diálogo que le formula el Gobierno, es anunciar que acudirá a la entrevista con el presidente Felipe González sin ninguna convicción y exigiéndole un arrepentimiento público por sus errores", concluye el comunicado socialista.

Pero el clima de desconfianza es patente también en el PP. Su líder quiere evitar a toda costa una imagen de compadreo entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. Por este motivo ha mantenido en el secreto varias reuniones personales con González durante la anterior legislatura y ha exigido discreción públicamente antes de la entrevista de ayer.

En lo que coinciden todos los dirigentes del PP y las fuentes próximas a Aznar es en la insuficiencia del conjunto de medidas agrupadas por el Gobierno bajo la denominación de "impulso democrático". Aunque González ha asumido en público compromisos que coinciden plenamente con las posiciones más insistentes del PP en los últimos tres años, como renunciar a las cuotas de partidos en la elección de los denominados órganos constitucionales, Aznar y sus colaboradores consideran que no es suficiente y, además, que la voluntad de diálogo del Gobierno se contradice con algunas de sus decisiones desde el 6 de junio.

Es el caso de RTVE, ente público en tomo al cual los populares no dejan de desplegar continuas iniciativas críticas o de fiscalización. La continuidad a su frente de Jordi García Candau y la confirmación de la jefa de informativos, María Antonia Iglesias, fueron recibidas por Aznar como un desafío.

Aznar considera, asimismo, que el Gobierno ha hecho alarde de frivolidad al ignorar o rechazar su oferta de colaboración tanto en el debate de investidura como en el debate de totalidad sobre los Presupuestos. Según Aznar, González sólo intenta ganar tiempo para seguir en el poder.