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Un funcionario de prisiones de Italia era "la voz" de la Falange Armada

El misterio de la Falange Armada, un fantasmagórico grupo terrorista de cuya existencia se ha dudado siempre y que ha reivindicado todos los atentados cometidos en Italia durante los últimos tres años, incluidas las bombas de ETA, parecía ayer en vías de ser aclarado. Un funcionario de prisiones, Carmelo Scalone, de 59 años, fue detenido en Taormina (Sicilia) bajo la acusación de ser el autor de la mayoría de estas reivindicaciones.La detención, ordenada por la magistratura de Roma, encargada del caso, se apoya en intercepaciones telefónicas que dejan pocas dudas acerca la implicación de Scalone. El funcionario, destinado en Sicilia, se encontraba, además, bajo observación debido al conocimiento interno de los problemas de las prisiones que el telefonista de la Falange había demostrado en ciertas ocasiones. Scalone fue trasladado recientemente de cárcel, porque él mismo denunció haber recibido amenazas de la Falange Armada, coincidiendo con otras llegadas a compañeros suyos de trabajo.

Debido a todas estas circunstancias, pierde peso la hipótesis de que la Falange sea un medio de desinformación creado por los servicios secretos, como se había dicho. Aunque los magistrados siguen otras pistas que podrían demostrar que tal vez los telefonistas fueran varios, e incluso que actuaran coordinados, lo más probable en estos momentos es que las diversas reivindicaciones hayan estado ligadas a las vicisitudes personales de Scalone.

Mientras este misterio italiano se deshincha, como tantos otros que en estos días han saltado a las primeras páginas de los periódicos, crece otro problema que sí tiene entidad real y que puede comprometer seriamente el futuro de la investigación Manos Limpias sobre corrupción política.

Discrepancias judiciales

Se trata del enfrentamiento surgido en el seno de la Audiencia Territorial de Milán sobre el curso de las investigaciones en tomo al senador Marcello Stefanini, el único dirigente nacional del Partido Democrático de la Izquierda (PDS, ex comunista), presuntamente implicado, hasta ahora, en la red de comisiones ilegales conocida como Tangentópolis.Hace pocas semanas, el grupo de magistrados que llevan estas investigaciones pidió el archivo del caso Stefanini, lo que equivalía a dejar al PDS fuera del escándalo. La semana pasada, mediante una decisión sin precedentes, el juez instructor, Italo Ghitti, denegó la congelación y pidió cuatro meses más de investigaciones que dieran respuesta a 12 preguntas que planteó a los magistrados.

El lunes, entre acusaciones crecientes de politización de los propios magistrados, el grupo de Manos Limpias decidió volver a pedir el archivo, con el argumento de que la documentación ya presentada y otra que se añadirá !al informe basta para responder a las preguntas de Ghitti.

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