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Arsenio Lupin visita a Valentino

Ladrones de 'guante blanco' logran un gran botín en la fundación del modista italiano

Arramplaron con casi todo sin dejar apenas huellas y sin ni siquiera molestarse en cerrar las puertas blindadas que abrieron tranquilamente, con sigilo y la probable ayuda de una llave que la policía trata de determinar ahora cómo llegó hasta sus manos. Relojes, cinturones, pieles, pero más que nada joyas integran el sustancioso botín, valorado en unos 3.500 millones de liras (unos 300 millones de pesetas) que estos no identificados émulos de Arsenio Lupin se llevaron durante la madrugada del lunes de los locales de Valentino, el célebre modista italiano.El volumen y el peso nada despreciable de lo robado ha hecho que se hable de ladrones en plural y no de un solo artista nocturno de guante blanco. Pero ese mismo dato vuelve aún más sorprendente un hurto que, por fuerza, hubo de ser llevado a cabo ante las mismas narices de los carabineros.

La Fundación Valentino, que ocupa un edificio entero contiguo a las oficinas del modista, se encuentra, en efecto, junto a la Piazza di Spagna en Roma, prácticamente enfrentado a la Embajada de España ante la Santa Sede. Y la delegación diplomática española tiene una escolta de carabineros permanente. Salvo que estuvieran dormidos, los agentes tuvieron que ver a los ladrones.

Está demostrado que éstos entraron por la puerta principal de Valentino, ya que fue un vigilante nocturno de una empresa de seguridad contratada por el modista el que dio la voz de alarma, sobre las cuatro de la madrugada de ayer, precisamente tras comprobar que el portal de la fundación estaba entreabierto.

El vigilante subió las escaleras, que estaban iluminadas; se percató de que el sofisticado sistema de alarmas -dotado de infrarrojos y circuito de televisión- había sido cuidadosamente desconectado y, llegado al primer primer piso, sólo pudo levantar acta de que los ladrones habían sido más diligentes que él mismo.

Habían vaciado casi todas las vitrinas que contenían los objetos preciosos de una exposición de artículos de Cartier y Baume et Mercier, para la que Valentino había cedido sus locales. Los objetos expuestos estaban destinados a la venta, y una parte de los ingresos iban a ir a parar a la Fundación Life, para la lucha contra el sida, creada por Valentino. La exposición concluía definitivamente en la tarde de ayer, de modo que los ladrones actuaron con un calendario bien definido.

"Nuestros expertos habían examinado los locales y llegado a la conclusión de que eran seguros", manifestó ayer un portavoz de la Fundación Valentino, que en otras ocasiones ha albergado importantes exposiciones artísticas.

Por su parte, la policía ha comenzado la búsqueda del topo, porque parece evidente que alguien de la organización del modista tuvo que cooperar con los ladrones. Pero no ha logrado explicar todavía cómo éstos entraron y salieron con más de un bulto sin despertar las sospechas de los carabineros que vigilan permanentemente la plaza por la que salieron, una de las más iluminadas de Roma.

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