Secuestrados en Argel tres franceses de la Embajada

Un comando integrista secuestró ayer, en el centro de Argel, a tres funcionarios de la Embajada francesa. Con esta acción ya son 10 los súbditos extranjeros asesinados o secuestrados por los fundamentalistas en Argelia en poco más de un mes. La desaparición de los tres franceses se produjo a primera hora de la mañana, pocas horas después de que el ministro de Defensa argelino, el general Lamín Zerual, hiciera públicas unas declaraciones en favor de la concordia y el diálogo nacional. Alain Freyssier y el matrimonio Jean-Claude y Michèle Thévenot fueron secuestrados a las 7.30 de la mañana, cuando abandonaban su domicilio en el centro de Argel y se dirigían a sus centros de trabajo, en distintos departamentos consulares de la capital.

Mientras el matrimonio Thévenot ejerce sus funciones en el departamento de emigraciones internacionales, en la plaza de los Mártires, el tercer funcionario pertenece a la sección de visados, cuya oficina se encuentra muy cerca del lugar de los hechos.Los responsables del secuestro fueron, según testigos presenciales, tres individuos armados, que, con el rostro descubierto, les abordaron en el garaje y haciéndose pasar por policías les conminaron para que les acompañaran. Tras golpearles, los metieron en sendos sacos, que arrojaron en el interior de una furgoneta marca Toyota, aparcada a pocos metros. Un cuarto funcionario francés logró huir, subir en su propio coche y dar la voz de alarma a las autoridades consulares. En el edificio donde se produjo el secuestro habitan una veintena de familias francesas.

Con esta operación ya son 10 los súbditos extranjeros asesinados o secuestrados por los fundamentalistas en Argelia en poco más de un mes. Pero con esta nueva acción, el movimiento integrista toma por primera vez como blancos a funcionarios de delegaciones extranjeras y a una mujer.

Representantes del cuerpo diplomático de la Comunidad Europea se reunieron ayer en Argel para tratar de coordinarse y elaborar propuestas sobre la seguridad de sus residentes. Es la segunda reunión que con estos mismos objetivos se efectúa en la capital en poco menos de una semana. La anterior se llevó a término hace dos días a instancias del Nuncio Apostólico, tras conocerse el asesinato de los tres empleados de una firma italiana en la localidad de Tiaret. En aquella ocasión, los integristas secuestraron y degollaron a un súbdito colombiano, a un peruano y a un filipino que trabajaban en el mantenimiento de una conducción de gas.

Pero la violencia integrista contra los residentes extranjeros en Argelia se había iniciado mucho antes, el pasado 21 de septiembre, con el secuestro en la región de Sidi Bel Abés de dos topógrafos franceses, que trabajaban en la instalación de una red eléctrica. Las tres víctimas habían sido raptadas en plena carretera por un comando integrista que se había hecho pasar también, como ayer en Argel, por policías. Días más tarde las. fuerzas de seguridad encontraron sus cuerpos degollados, y cerca de ellos octavillas del Frente Islámico de Salvación. A este primer asesinato siguió el de dos tenientes coroneles del Ejército ruso que trabajaban como profesores en la escuela de Defensa Aérea de Laguat.

Ayer, las autoridades argelinas hicieron pública una información según la cual el sábado, en la localidad de Blida, a unos 50 kilómetros al sur de Argel, la policía había abortado el secuestro de dos súbditos japoneses. Según la nota oficial, la intervención de una patrulla de la policía municipal hizo fracasar el intento del comando integrista.

Mientras el Ministro del Interior argelino, Salim Saadi, leía anoche por televisión un enérgico comunicado condenando el secuestro, uno de los líderes del Frente Islámico de Salvación, Anuar Haddam, pedía, desde un lugar no determinado de Europa y a7 través de la agencia France Presse, la libertad de los tres funcionarios, siempre y cuando no se tratase de funcionarios de los servicios de información, en cuyo caso, aseguró el líder integrista, "son un objetivo".

Estos ataques a ciudadanos extranjeros se producen en un momento trascendente de la vida política argelina, tras la decisión del Alto Comité de Estado de establecer una comisión nacional encargada del diálogo político, que deberá pactar las instituciones que gobernarán el país durante los dos o tres próximos años y que conducirán la República hacia la democracia. Con este diálogo, las autoridades tratan de poner en pie un pacto nacional que sirva de alternativa a aquellos sectores que propugnan la violencia.