Borrell se siente "sobrecogido" por la actuación de la banca con la peseta

El ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, dijo ayer, en una entrevista en Radio Nacional, que se sentía "sobrecogido por los beneficios que obtuvo la banca especulando contra la peseta durante la tormenta monetaria" (véase EL PAÍS del martes 19 de octubre). Borrell subrayó, asimismo, que los bancos "se hacen los remolones" para no bajar los tipos de interés a los particulares. "Van a tener que bajar los créditos hipotecarios, porque manifiestamente han bajado cuatro puntos en muy poco tiempo los tipos y esa bajada tiene que transmitirse a los préstamos a particulares".

"Lo único que podríamos hacer en este caso", insistió el ministro, "es que la banca pública inicie o lidere una bajada; pero la banca pública cada vez es menos pública y se rige por criterios de beneficios y no está para liderar operaciones que la sitúen fuera de la competencia".

En otros temas, como el de urbanismo, culpó a los especuladores de la carestía del suelo. Borrell dijo que "la vivienda es una necesidad primaria, un derecho constitucional y uno de los grandes fracasos de la economía de mercado en todas partes, en todos los países capitalistas". Reseñó, no obstante, que en España habría que hacer lo que en otros países, donde las autoridades intervienen y evitan los comportamientos abusivos de los propietarios". Con ligeros puñetazos en la mesa Borrell recordó que algunos alcaldes españoles ya lo hacen, como Murcia, Mahón o Gijón.

Preguntado sobre el "delirio liberal" con que calificó a Carlos Solchaga subrayó: "Si alguien opina que hay que dejar de construir lo que se quiera y donde se quiera, a ése yo le volvería a decir lo mismo sobre el delirio liberal".