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La Justicia italiana desmonta una falsa denuncia de golpe

La magistratura de Florencia se disponía ayer a establecer una falsedad esencial en la denuncia de un improbable golpe de Estado conocida hace aproximadamente una semana a través de las declaraciones de una mujer, que, entre otras cosas, pretendía haber visto recientemente vivo a Gianni Nardi, un terrorista italiano de extrema derecha muerto en Mallorca hace 17 años, Las pruebas dactilares practicadas en un cadáver enterrado en la isla indican que corresponde, efectivamente, a Nardi."Del índice de la mano derecha del cadáver exhumado (el pasado sábado), ha sido obtenida una huella digital que coincide en 21 puntos con la de Nardi. Para una identificación, bastan 18", manifestó ayer en Roma Pierluigi Vigna, fiscal jefe de Florencia, quien añadió que la noticia le había llegado "por canales oficiosos.

Mientras en España se practicaban otras pruebas orientadas a establecer la identidad del difunto, Donatella Di Rosa, la denunciante del caso, que deberá responder de presurita estafa, calumnia y otros presuntos delitos se apresuraba a advertir que fuera cual fuera el resultado definitivo de la identificación de Nardi, ella lo recurrirá sobre la base de presuntas irregularidades procesales.

Apoyo del marido

En apoyo de la mujer, salió ayer su marido, el coronel Aldo Michittu, quien durante 14 años fue amante de la madre de Nardi. Poco después de que se supiera que la magistratura de Florencia consideraba la identificación positiva, Micchittu declaró por primera vez que también él ha visto varias veces a Nardi en los últimos meses."Esta es la historia de un simple intento de estafa y chantaje en perjuicio mío. Lamento por el país que haya ocurrido todo el resto", afirmó, por su parte, el general Franco Monticone, ex amante de Donatella y denunciado por ésta como cerebro de un presunto golpe de Estado en Italia.

Los magistrados tomaron en serio la denuncia de Di Rosa sólo por lo que se refiere a un eventual delito de tráfico de armas, aunque la falsedad de los detalles aportados por la mujer, que ponía a Nardi en el centro de la trama, también puede afectar a ese aspecto de la investigación. La mera hipótesis de un posible golpe de Estado fue considerada simplemente "descabellada" en la mayoría de los ambientes políticos.

Queda el hecho de que tanto Monticone como Michittu han estado ligados a los servicios secretos, de donde puede establecerse un nexo entre esta sórdida historia de camas y cuernos cruzados con una inestabilidad básica del país que permite que afloren luchas personales y políticas en el sector más reservado del Estado.

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Debido a esa situación, el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, convocó ayer por la tarde una cumbre con los ministros y jefes militares y policiales afectados por el escándalo. Se espera que dicha reunión dé paso a una reforma en profundidad de los servicios secretos italianos.

El encuentro respondía a hechos recientes, como la detención -el pasado mes de diciembre- de Bruno Contrada, un jefe meridional del SISDE, el servicio civil de información, sospechoso de conexiones con la Mafia; la apertura de un sumario contra el general Francesco Delfino, dirigente del servicio militar, SISMI, al que se relaciona con un elemento de la N'Dranghetta, la mafia calabresa, presuntamente infiltrado en las Brigadas Rojas durante el secuestro del ex primer ministro Aldo Moro; y la detención de Augusto Maria Citanna, jefe del SISDE en Génova, por haber ordenado a un confidente la colocación de una falsa bomba en un tren.

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