Los ajustes en Latinoamérica han aumentado la pobreza, según el BID

La economía de América Latina creció en 1992 una media de un 3% y se espera que esa ascensión se mantenga en los años próximos, según el informe anual del Banco Interamericano de Desarrollo. El BID advierte que los programas de ajuste aplicados en estos países han mejorado los indicadores macroeconómicos, pero han deteriorado las condiciones de vida de amplios segmentos de la población y ello amenaza el desarrollo futuro.

El crecimiento en los años recientes en países como Chile, México, Argentina y otros hace creer que América Latina está ya cerca del Primer Mundo. Puede que América Latina como concepto sí, pero, desde luego, la mayoría de los ciudadanos latinoamericanos, no. Al contrario. del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que analiza la situación económica en el subcontinente en 1992.El BID afirma que la pobreza, aunque responda todavía a causas estructurales más que coyunturales, sigue siendo el principal problema de América Latina, y sugiere "la necesidad de una política nacional que incluya una reforma social que no sólo alivie, sino que reduzca la pobreza en la región".

"Los programas de ajuste y estabilización aplicados en América Latina durante los últimos años", añade el documento hecho público en Washington, "han ocasionado una mejora en los principales indicadores macroeconómicos". Sin embargo, "existen evidencias de que las condiciones de vida de un vasto segmento de la población han empeorado, y que cada día un mayor número de personas encuentra crecientes dificultades para satisfacer sus necesidades básicas".

El informe anual del Banco Interamericano de Desarrollo afirma que, una vez realizado el ajuste y superada la década negra de la inflación, hay que iniciar ahora una "segunda generación" de reformas socioeconómicas que "combine la equidad social con el crecimiento sostenible".

Estas reformas deben concentrarse, según el banco, en "crear empleo para los pobres, estimular las inversiones en recursos humanos y el medio ambiente, y en mejorar los procesos institucionales, presupuestarios y de adopción de decisiones en cuanto se vinculen con los sectores sociales".

Crecimiento integral

Una de las principales recomendaciones del BID para acometer la mejora de la distribución de la riqueza es la de "hacer hincapié en las inversiones para capacitar mano de obra, y no en la prestación de asistencia social".El BID afirma, asimismo, que es necesario que, con el mismo entusiasmo con el que los Gobiernos latinoamericanos se dedicaron al ajuste, se vuelquen ahora en "un enfoque integral del crecimiento" con el propósito de "distribuir más equitativamente los frutos de la recuperación".

Otro de los aspectos destacados por el mencionado trabajo del Banco Internacional de Desarrollo es que las inversiones hechas en proyectos sociales y humanos "han mostrado un sesgo poco equitativo que favorece a las zonas urbanas frente a las rurales, a los que están en mejor posición económica frente a los pobres y a los grupos de población de ascendencia europea en comparación con otros".

Por países, Chile sigue siendo, con un PIB del 10,4%, la nación de mayor crecimiento en 1992, con esperanzas de que el aumento llegue a ser el año próximo de un 6%. En México se destaca un incremento del 8,2% en la inversión bruta interna en 1992, lo que representa el 25% del producto y "refleja el intenso esfuerzo de la modernización de la capacidad productiva mexicana ante la inminencia de una conclusión favorable del Tratado de Libre Comercio". En cuanto a Argentina, el BID advierte que los principales interrogantes para 1993 son "el nivel de afluencia de capitales y las tendencias registradas en la cuenta corriente de la balanza de pagos".

Un informe especial preparado por esa institución financiera para conocer las perspectivas de inversión en recursos humanos afirma que este apartado es uno de los más importantes en la consolidación de una economía sana a largo plazo. Como ejemplo, ese estudio menciona que, por cada año adicional de esperanza de vida que se consigue para la población de un país, el crecimiento económico de esa nación aumenta en un 0,15%.

Al mismo tiempo, los investigadores consideran que "por cada año adicional de escolaridad por encima del nivel previsto en base al ingreso per cápita inicial del país, se agrega un 0,35% al crecimiento anual del producto interno bruto".