Quince años de ventaja

Sir Colin Marshall, presidente de British Airways, cifró en 250 millones de dólares (32.500 millones de pesetas) el ahorro anual de su compañía en el caso de que operara en Estados Unidos y no en la Comunidad Europea. Un único sistema de control aéreo -frente a los 21,2 diferentes de Europa-, la posibilidad de operar desde varios centros neurálgicos y las mejores infraestructuras son las claras ventajas de un mercado único como el estadounidense.Mientras que las líneas europeas están empezando a sufrir los efectos de la liberalización, las estadounidenses pasaron el mal trago entre finales de los setenta y principios de los ochenta. De más de 100 compañías de entonces quedan nueve grandes que se reparten el 90% del mercado. "Nos sacan quince años de ventaja". coinciden varias fuentes del sector.

Otra de las ventajas con las que juegan las compañías de EE UU es el peso en sus ingresos de su enorme mercado doméstico (representa el 40% del tráfico aéreo mundial). Mientras que el negocio de una línea estadounidense depende en un 70% de los vuelos domésticos, el de una europea no supera el 30%.

En una comparecencia ante el comité de sabios de la CE el presidente de United dio unos datos que resumen perfectamente el desfase entre los dos mercados. En EE UU, las compañías establecidas desde hace tiempo (American Airlines, United, Delta ... ) tienen un coste de nueve centavos (11,7 pesetas) por cada pasajero por milla transportado. Los llamados recién llegados tienen un coste de siete centavos. Esta diferencia, que está convulsionando el sector en EE UU, es más flagrante en Europa: las establecidas tienen un coste de 13 centavos y las recién llegadas de nueve.