Dos detenidos por extorsionar en nombre de ETA o a un empresario

Gregorio G. H., de 38 años, y su sobrino Sergio G. J., de 17, fueron detenidos en la tarde de ayer por extorsionar al propietario de un concesionario de vehículos de Leganés. En el momento de la captura, tío y sobrino pretendían cobrar tres de los cinco millones que habían exigido al citado empresario en nombre de ETA. Gregorio G. H. era conocido del industrial y, según apuntan las primeras indagaciones, actuó movido por problemas económicos.La investigación se inició hace algo más de una semana por la Policía Judicial de Leganés y el Grupo de Extorsiones de la Brigada Judicial de Madrid, tras la denuncia presentada por el dueño del concesionario, cuya identidad no ha sido revelada. Desde el inicio de las pesquisas, la policía consideró inverosímil la implicación de ETA. Aún así, barajó la hipótesis de que pudiera tratarse de una banda organizada, según informó el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Raez.

El empresario, según el alcalde, recibió una llamada telefónica de un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA. Le exigieron cinco millones de pesetas, bajo la amenaza de poner dos bombas en su empresa. Días después se registró una segunda llamada. En esta ocasión, al domicilio particular del extorsionado. La misma voz amenazó con dañar a su familia.

Tres millones en un sobre

La primera cita fue ayer por la mañana. El lugar: una cafetería del polígono industrial de Nuestra Señora de Butarque. Los chantajistas exigían que los tres millones los llevara en un sobre un trabajador del concesionario vestido con un mono azul. Nadie acudió a recoger el dinero.

En otra llamada al empresario, fijaron una nueva hora para la entrega: las seis de la tarde. También modificaron sus exigencias. Querían que el sobre fuera entregado al camarero de la cafetería, quien, a su vez, debía dárselo a la persona que le formulara la contraseña "por meta" y dijese a continuación un número preestablecido.

El operativo policial desplegado en el local dio sus frutos sobre las cinco y media de la tarde. Un joven preguntó por el sobre, antes de que el dinero fuera entregado al camarero. La policía le siguió hasta un coche aparcado en las inmediaciones, en cuyo interior se encontraba Gregorio G. H. El menor ha asegurado que sólo sabía que iba a recoger un sobre.