Leguina y el alcalde se enredan en cinco proyectos sobre la línea 10 del Metro

La Comunidad quiere que la línea 10 del Metro tenga parada en la multiestación de transportes, que se construye en Príncipe Pío (también llamada intercambiador porque facilita el paso de un medio de transporte a otro). Para conseguirlo es necesario construir un nuevo trazado entre las estaciones Plaza de España y Lago que permita edificar una estación de metro intermedia en Príncipe Pío, donde los trasbordos se realicen con sólo cruzar el andén.La solución hallada por la Consejería de Transportes consiste en desdoblar los dos sentidos de circulación de los trenes. Para el sentido Príncipe Pío-Lago se ha propuesto un túnel que atraviese la M-30 y el río que pase por debajo de la avenida de Portugal y se aproxime en superficie hasta la estación de Lago. Para el sentido contrario, la Comunidad se ha topado con más dificultades. El riesgo de inundaciones por la proximidad del río hace inviable, según sus técnicos, la construcción de un túnel. La Consejería de Transportes ha propuesto que la vía salve ambos obstáculos y la Casa de Campo mediante un viaducto.

Pero el Ayuntamiento continúa empeñado en una solución subterránea. La consulta a la empresa Typsa ha dado sus frutos y el Ayuntamiento afirma haber encontrado al menos dos caminos bajo tierra para la línea 10. No obstante, José Ignacio Echeverría, concejal de Urbanismo, reconoció a este periódico que todavía ignoran el coste económico de los dos trazados alternativos. "Les hemos pedido que nos digan cuánto dinero cuesta porque a lo mejor resulta inviable por su alto precio", explica. Ambos recorridos discurren por debajo de la avenida de Portugal, muy cerca de la vía Príncipe Pío-Lago ideada por la Comunidad.

Esperanza Aguirre, concejal de Medio Ambiente, reconoce que la opción municipal complicaría los trasbordos entre las líneas 6 y 10 en la multiestación de Príncipe Pío, ya que en uno de los sentidos los viajeros tendrán que bajar o subir seis metros de escaleras. No obstante, la edil considera un "despilfarro" los planes de la consejería.

La Comunidad quiere, por el contrario, que los trasbordos sean lo más cómodos posible, ya que el suburbano es utilizado diariamente por 100.000 viajeros. Precisamente la simplicidad de los trasbordos origina la complicación en el diseño del trazado, ya que los andenes de las dos líneas deben ser paralelos y los dos sentidos de la línea 10 tienen que discurrir separados para que al llegar al intercambiador abracen a la línea 6. Por su lado, en la Consejería de Transportes temen que el Ayuntamiento proponga trazados "tan irrealizables como una autovía a la Luna". Además, argumentan, "es más ecológico el metro que los miles de coches que atraviesan la Casa de Campo todos los días".