Recursos y burocracia
Dolores P. B., ingeniera industrial de 36 años, iba a tener su primer hijo y el ginecólogo le aconsejó que se hiciera una prueba de amniocentesis para detectar o descartar la existencia de posibles anomalías fetales. Tras perder varias semanas en trámites administrativos, tuvo que acudir a un centro privado, ya que varios hospitales públicos le denegaron la posibilidad de acceder a esta prueba porque "sólo se hace a mujeres que han cumplido los 38 años".Curiosamente, la práctica totalidad de los ginecólogos de los países desarrollados aconseja la amniocentesis a toda mujer embarazada que ha cumplido los 35. Esta prueba diagnóstica, que es realizada por especialistas en genética humana, sólo se practica en España en determinados centros hospitalarios, y en el sector público sólo se hace a partir de los 38 años. Su utilidad es el diagnóstico prenatal de un gran número de enfermedades genéticas y cromosómicas. Una vez conocida la existencia de alteraciones, aquellas madres que lo deseen tienen la opción de acceder. al aborto terapéutico.
Historia familiar
Según Carlos Sanromán, jefe del servicio de genética humana del hospital Ramón y Cajal de Madrid, teóricamente, toda mujer embarazada, con independencia de la edad, tendría que hacerse esta prueba. "Sin embargo", se lamenta este experto, "ningún sistema sanitario de ningún país del mundo se lo puede permitir hoy por hoy. A nosotros acuden muchas embarazadas solicitando que se les haga una amniocentesis. Como norma, la hacemos en mujeres que han cumplido los 35, pero también la realizamos en mujeres más jóvenes que vienen con una gran carga de angustia o porque su historial médico personal o familiar así nos lo indica".
Dentro de la red hospitalaria del Insalud, el Ramón y Cajal es el único centro de toda España que cuenta con un servicio de genética humana constituido como tal, autónomo e independiente de cualquier otro servicio médico del centro.
"Aunque existen otras pruebas genéticas de diagnóstico prenatal", dice Sanromán, "como la biopsia corial y la funiculocentesis, la más manejada en todos los países es la amniocentesis, por ser la más segura en cuanto a riesgos que puedan presentarse de aborto o hemorragias y también en cuanto a fiabilidad de resultados". Consiste en una punción abdominal prácticamente indolora para la futura madre, que se practica sin anestesia y sin ingreso hospitalario. El riesgo de aborto es actualmente del 0,5% y los resultados del análisis tardan unas tres semanas.
Esta prueba puede detectar un gran número de enfermedades cromosómicas y genéticas, como el síndrome de Down, una de las alteraciones más frecuentes en edades avanzadas. Si hasta los 35 años aparece un caso de síndrome de Down por cada 700 embarazos, a partir de los 38 la frecuencia es cada 300; pasados los 40 años, las posibilidades son de uno cada 15 embarazos.
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