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Las 'Iágrimas' de Leguina cuestan 1,2 billones

Javier Casqueiro

Joaquín Leguina quiere ver a Felipe González para soltarle un lamento que evalúa inicialmente en 1,2 billones de pesetas. El presidente regional ha enviado al jefe del Gobier-no un memorándum en el que glosa sus reclamaciones más urgentes hasta el año 2000: un billón para resolver asuntos bloqueados en transportes, 150.000 millones para 50.000 viviendas, 50.000 millones para actuar sobre 50.000 pisos ya existentes, la transferencia de los suelos vacantes de organismos del Estado, la rehabilitación del centro de la capital, dos presas, que salde sus deudas y que agilice las transferencias.

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El informe ha pasado ya por algunas manos -pocas- en las más altas instancias del Gobierno central. Leguina se lo ha entregado a los ministros de Economía y Hacienda, Pedro Solbes; de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, y de Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra. No ha recibido ninguna respuesta. Tampoco Felipe González ha contestado a su solicitud de una entrevista personal.El breve documento -siete folios- comienza con una exposición que sitúa a la región: su desarrollo desde 1960, el peculiar crecimiento de las poblaciones periféricas y la importancia integradora que tuvo el nacimiento de la Comunidad en 1982.

A continuación relata los problemas: "El despegue de Madrid como 'ciudad global', incorporada a las redes europeas, exige nuevas iniciativas e inversiones que terminen por consolidar una región vertebrada y equilibrada, evitando estrangulamientos infraestructurales, económicos y sociales".

Leguina, y especialmente su consejero de Transportes, Julián Revenga, están muy preocupados por el vencimiento de varios convenios relacionados con el transporte: "El proceso de concertación cuya vigencia termina en el presente ejercicio de 1993 [31 de diciembre] se ha mostrado eficaz, tanto por los resultados obtenidos [750.000 usuarios del abono de transportes] como por la asunción de compromisos por parte de las administraciones implicadas [700.000 millones invertidos desde 1984]". El presidente regional señala, en este sentido, que están por culminar "tres grandes rúbricas" de los siguientes contratos:

-Programa para la financiación del transporte regular de viajeros (1994-97) entre el Ministerio de Hacienda y el Consorcio Regional de Transportes; convenio de carreteras (1994-2001) entre el Ministerio de Obras Públicas y Transportes y la Comunidad; convenio para la ampliación del Metro (1994-2001) entre la Administración Central, la Comunidad y el Consorcio de Transportes; y convenio de la red ferroviaria regional (1994-2001) entre las instituciones citadas y Renfe. En total, algo más de un billón de pesetas.

Los responsables autonómicos han comprobado que el 90% de la población de la Comunidad vive en siete ciudades mayores de 100.000 habitantes y cinco superiores a 50.000. Estos datos y que en Madrid esté la capital del Estado les ha llevado a concluir que los planes estatales de vivienda tienen en Madrid más dificultades "para conseguir los objetivos marcados".

Los expertos de Leguina le han resumido las siguientes dificultades: "El proceso alcista de los precios inmobiliarios, la producción dirigida en el periodo del boom a los usos terciarios, la ausencia de reservas de viviendas de nueva promoción, la concentración de las promociones de viviendas protegidas en régimen cooperativo, la inexistencia de suelo en el municipio de Madrid, la complejidad del mercado y el mayor coste comparativo de la construcción".

Leguina quiere modificar los objetivos del Plan de Vivienda 1992-95 y reclama a la Administración central su apoyo en la transferencia a la Comunidad de los suelos vacantes pertenecientes a organismos públicos como Renfe, el Ministerio de Defensa o Patrimonio del Estado.

El Ministerio de Defensa tiene unas 40 instalaciones operativas en Madrid y 11 cuarteles, por ejemplo, en la zona próxima a la carretera de Extremadura, donde se ideó la operación Campamento (traslado de ministerios a las afueras de la ciudad).

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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