Yeltsin rechaza elecciones simultáneas a la presidencia y al Parlamento rusos
El líder de Rusia, Borís Yeltsin, rechazó ayer la idea de celebrar elecciones simultáneas al Parlamento y a la presidencia, a pesar de las presiones para que acceda a una medida que, en opinión de muchos reformistas, le favorecería. La guerra psicológica contra el Parlamento, donde seguían reunidos algo más de un centenar de diputados, se centró ayer en la figura de Víctor Baránnikov, el seudoministro de Seguridad, que negó haber desertado de las filas del Sóviet Supremo, tal como había asegurado la agencia Itar-Tass.
En una entrevista con la televisión interestátal, el presidente Borís Yeltsin manifestó que unas elecciones simultáneas provocarían un peligroso vacío de poder y rechazó la llamada variante cero, que restablecería la existencia del Parlamento. Yeltsin sigue apegado a un plan que contempla elecciones escalonadas, primero en diciembre de 1903 a la Cámara baja (Duma Estatal) del nuevo Parlamento (Asamblea Federal) y luego en junio de 1994 a la presidencia del Estado ruso.La aparente inflexibilidad del presidente puede evolucionar en los próximos días en función de los acontecimientos en el Parlamento y en el Consejo de la Federación, que se reunirá mañana y pasado en Moscú. "Mientras exista la Casa Blanca [la sede del Soviet Supremo], con un presidente y un Parlamento simbólicos, hay un peligro constante de que se pueda producir un cisma en las regiones y en los poderes fácticos", señalaron medios próximos al líder ruso.
La reunión del Consejo de la Federación, en el que tienen cabida los representantes del poder Legislativo y Ejecutivo de los 89 territorios rusos, aportará nuevos datos sobre la posición de las regiones. Una cincuentena de barones regionales se pronunciaron por elecciones simultáneas anticipadas el domingo.
Miembros del equipo presidencial mantenían ayer conversaciones con los sectores más flexibles del Parlamento con la esperanza de dejar reducida al mínimo la resistencia en la Casa Blanca, donde un grupo de parlamentarios se reunió durante una hora, el tiempo que duraron unas reservas suplementarias de combustible que permitieron encender algunas luces.
Según Jasbulátov, anoche, como en la noche anterior, existía el peligro de que la Casa Blanca fuera tomada por asalto. En este sentido se manifestó Báránnikov, el ex ministro de Seguridad de Rusia, quien confirmó ayer haberse reunido con el jefe del Gobierno, Víctor Chernomirdin.
Baránnikov dijo haber pedido a Víctor Chernomirdin que permitiera poner en marcha los servicios de emergencia de la Casa Blanca. Según Baránnikov, con el jefe del Gobierno conversó también el vicejefe de Jasbulátov, Yuri Voronin. El ex ministro aseguró haber rechazado la propuesta de Chernomirdin para que abandonara la Casa Blanca.
El asediado Parlamento registró ayer una importante baja al ser detenido el diputado Vitafi Urazhtsev, el líder de la asociación de militares Shchit. Urazhtsev fue detenido, según la agencia Itar-Tass, por contingentes de las brigadas antidisturbios (OMON), cuando encabezabauna manifestación que, rompiendo el cerco de la Casa Blanca, se dirigía hacia el centro de la ciudad.
Viacheslav Volkov, vicejefe de la Administración Presidencial, apuntó ayer a la posibilidad de prohibir totalmente el acceso a la Casa Blanca "por razones sanitarias". Más de doscientos diputados que trabajaban antes en las estructuras del Sóviet Supremo han aceptado ya incorporarse a las estructuras del Ejecutivo, según anunció Viacheslav Volkov.
Yeltsin indicó su voluntad de reforzar la vertical de poder al promulgar un decreto recordando a los órganos ejecutivos locales que deben subordinarse al Consejo de Ministros.
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