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40 muertos al caer un tren a un pantano infestado de caimanes en Alabama

Antonio Caño

Al menos 40 pasajeros de un tren descarrilado cerca de la ciudad norteamericana de Mobile, en el Estado de Alabama, fueron ayer devorados por los cocodrilos o tragados por el fango de los pantanos de la costa. Los servicios de rescate buscaban entre los juncos y el barro a los supervivientes del accidente de un tren con 210 pasajeros. Al caer la noche, aún no habían sido localizadas 13 personas desaparecidas. "La labor de rescate es muy peligrosa. Esto está lleno de caimanes", comentó uno de los voluntarios. Las autoridades temían que algunos supervivientes pasaran la noche buscando cobijo.Uno de los cinco coches del convoy se hundió en el pantano. Los expertos creen que es muy difícil que pudieran salir de allí. Otros dos quedaron sólo parcialmente cubiertos por el agua.

Algunos supervivientes relataron que decenas de caimanes que reposaban en las orillas del pantano penetraron en el agua al olor de las numerosas víctimas. Los que no fueron alcanzados por los caimanes tuvieron que luchar también contra una trampa de barro.

La companía Amtrak, propietaria del tren, ignoraba ayer las causas del descarrilamiento. El tren cubría la línea regular entre Los Ángeles y Miami, más de 5.000 kilómetros.

Muchos de los pasajeros dormían cuando, de madrugada, el convoy se salió de la vía. Algunos de ellos relataron los momentos de pánico que se vivieron al despertarse semienterrados en el barro entre gritos y llantos.

Las primeras horas de rescate se hicieron aún más difíciles por la espesa niebla que, como es habitual, cubría a esas hora el enorme pantano de Bayou Sara, a cinco kilómetros de Mobile, frente a la costa del Golfo de México.

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