La Administración negocia con las aseguradoras un nuevo plan trianual de seguros agrarios
Administración y la compañías aseguradoras han inicido los trabajos para la elaboración de un nuevo Plan de Seguros Agrarios para los próximos tres años. Ambas partes, Ministerios de Economía y Hacienda y Agricultura y las entidades aseguradoras coinciden en mantener estabilidad en la actividad aseguradora con la no inclusión de nuevas líneas de cobertura y, en el mejor de los casos, con producciones de escasa significación. Las compañías temen asumir nuevos riesgos ante los malos resultados de las campanas precedentes mientras desde Economía se pretendería evitar que en el futuro se produjeran graves desajustes entre primas y pagos por siniestros que en 1992 supusieron unos 20.000 millones de pesetas con cargo al Consorcio.
Los seguros agrarios, a pesar de los problemas que han planteado en campanas pasadas, el aumento en las primas y la reducción de algunas coberturas para asegurar su viabilidad, han constituido uno de los ejes más importantes de la política agraria durante la última década tras el impulso que les proprocionara Carlos Romero. Este mismo crecimiento, especialmente por el seguro integral de cereales de una alta siniestralidad, hizo que los desajustes entre primas y pagos por siniestros fueran espectaculares. Entre 1980 y 1992, las primas de riesgos ascendieron a 110.000 millones de pesetas; las primas comerciales se elevaron a 135.000 millones y los pagos por siniestros fueron de casi 200.000 millones.
A la vista de estos datos, las compañías lograron que en el plan trianual iniciado en 1990, las coberturas de mayor riesgo se calificaran como seguros experimentales. Esto significa que en el caso de que los siniestros superen a las primas, a partir de los 100 millones de pesetas sean pérdidas asumidas por la Administración. Entre esos seguros experimentales se hallan especialmente frutas y hortalizas y el integral de ceerales que hace un año supuso un desembolso adicional para Economía de unos 20.000 millones de pesetas.
Las líneas actualmente calificadas como experimentales seguirán con la misma situación. Por otra parte, es probable que se incluyan seguros para la cobertura de riesgos en la almendra piscicultura y el kiwi, aunque lo harían de forma experimental.
El último año, según datos de las aseguradoras, se ha producido un cierto equilibrio entre primas y pagos por indemnizaciones. Frente a los 40.000 millones de 1992, esta campaña se estiman en 20.000 millones. Por su parte, el número de siniestros descendió de 132.000 a 102.000.
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