Nuevos combates en Bosnia a pesar del alto el fuego firmado por los jefes militares, en Sarajevo
Rasim Delic y Milivoj Petkovic, los comandantes militares musulmán y croata respectivamente anunciaron el alto el fuego entre sus respectivas milicias después de mantener un encuentro en el que actuó como mediador el jefe de las fuerzas de protección de la ONU en Bosnia, el general Francis Briquemont. El acuerdo afectará a las regiones sur y occidental de Bosnia, pero los milicianos de ambas partes mantenían anoche sangrientos combates, sobre todo en la región de Mostar, donde se registraron numerosas víctimas.Los mediadores internacionales de la Comunidad Europea y la Onu, Owen y Stoltenberg, respectivamente, llegaron ayer a Belgrado tras mantener cOnversaciones en Estambul con el Gobierno turco y en Skopie con el presidente macedonio, Kiro Gligorov, esperan convencer a todas las partes implicadas para que firmen el martes en Sarajevo el plan definitivo de repartición territorial de Bosnia. "Nunca hemos estado tan cerca de un acuerdo", manifestó Owen.
Nadie esperaba ayer en Belgrado objeción alguna por parte de éstos a un plan que colma sus aspiraciones territoriales en Bosnia y, por primera vez de forma explícita, prevé la posibilidad de anexión al Estado de Serbia de la república creada sobre los territorios ocupados por las fuerzas del líder serbio bosnio, Radovan Karadzic. Por el contrario, el régimen de Belgrado se prepara para -con su firme apoyo a este plan de paz, que lo convierte en vencedor indiscutible de la primera gran guerra registrada en Europa desde la derrota del nazismo alemán- lanzar una ofensiva diplomática para que sean levantadas las sanciones que le fueron impuestas por las Naciones Unidas.
Una vez ratificado internacionalmente el acuerdo que divide al Estado agredido de Bosnia-Herzegovina e impone, a través de masivas presiones sobre sus representantes, las tesis perseguidas desde un principio por Belgrado, el régimen serbio se plantea un rápido levantamiento de las sanciones económicas.
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano en Washington, consideró anoche que los progresos en las conversaciones de Ginebra no deben "ser desestimados", pero se mostró muy prudente al respecto: "Tenemos esperanza pero también circunspectos", declaró el presidente estadounidense.
Milosevic espera ayuda
Milosevic espera una activa ayuda de Rusia, Inglaterra y Francia y de los dos mediadores internacionales, que durante la guerra han sido los principales fuerzas en imponer un veto a una intervención internacional más decidida contra su Gobierno. "Sí, siempre ha estado implícito que [Milosevicl espera que Owen le ayude a acabar con las sanciones", reconocían ayer fuentes del entorno del mediador británico.
Tanto la república serbia que, con el 30% de la población ocupará en torno al 50% del territorio, como la república croata emergente en la Herzegovina podrán "durante el periodo de dos años de existencia de la Unión preparar un referéndum en fecha acordada en común para preguntar a sus ciudadanos si quieren permanecer en la Unión o abandonarla".
Así se acordó en el plan finalmente firmado por el presidente bosnio musulmán, Alia Izetbegovic, convencido ya de que no merece la pena mantener la ficción de la Unión de Repúblicas que los mediadores habían propuesto inicialmente en agosto.
Bajo la presión militar de los ejércitos serbios y croatas, amordazado su gobierno condicionadas sus fuerzas militares por el embargo de armas, el presidente de Bosnia se concentra ahora arrancar concesiones para crear un pequeño Estado viable en el territorio que se le otorgue.
Este nuevo acuerdo a firmar el martes en Sarajevo rompe ya hasta con las últimas intenciones de mantener 1a integridad territorial de Bosnia-Herzegovina y la inviolabiliad de sus fronteras" que la Conferencia de Londres sobre ex Yugoslavia (con participación de EEUU, Rusia, Comunidad Europea, Organización de la Conferencia Islámica y todos los implicados), acordó solemnemente defender en Londres en agosto de 1992.
El Estado de mayoría musulmana que, con casi la mitad de población total de la antigua república de Bosnia-Herzegovina, quedará reducido a la tercera parte de su territorio heredará todos los derechos de la Unión de Repúblicas, incluido su pertenencia a la ONU.
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