Crece el número de adolescentes toxicómanos, según un estudio de Proyecto Hombre

Durante 1992 acudieron a los centros de tratamiento de la asociación Proyecto Hombre 4.274 nuevos toxicómanos, y para sorpresa de sus responsables, cadavez más adolescentes por culpa de las drogas de diseño. Según una investigación presentada ayer por esta organización, algunos escolares españoles están empezando a los 12 años con el alcohol. Siguen a los13 con el hachís; a los 16 lo combinan con fármacos y drogas de diseño, y a los 17 entran en el mundo de la heroína y la cocaína. El estudio llama la atención sobre la resistencia de las mujeres a las terapias.

"Este año nos están llegando adolescentes entre los 16 y los 18 años. Lo que antes considerábamos fase de inicio al mundo de las drogas, hoy es ya fase de adicción", comenta alarmado Lino Salas, uno de los implicados en el Proyecto Hombre, asociación sin fines de lucro para el tratamiento y reinserción social de toxicómanos con 84 centros en España. Se le ocurre que una de las explicaciones para entender este fenómeno es que los padres están más informados sobre las toxicomanías en general y descubren antes los problemas de sus hijos.La otra es que, realmente, los jóvenes se estén enganchando antes. "Hay un ambiente de total permisividad social para las drogas y el alcohol", materializado en las llamadas rutas del bacalao, que dispara el consumo entre los adolescentes, indica. Y en su experiencia, el mayor riesgo reside ahora en la progresiva sustitución de la heroína y cocaína por nuevas drogas de diseño como el éxtasis o el speed.

Primero, el alcohol

Los datos presentados ayer junto a la memoria de 1992 revelan que el 66% de los que acudieron a tratamiento el año pasado había consumido alcohol desde los 13 años y hachís el 64% a partir de los 14 años. A los 16 años, el 48% tomaba anfetaminas y el 41% speed. La cocaína y el éxtasis también han sido consumidos por el 88% y 41% respectivamente desde los 16 años. La heroína sigue siendo la reina de los desastres. El 94% de los drogadictos en tratamiento la ha consumido.

En 1992 acudió a los centros de Proyecto Hombre un 20% más de jóvenes que el año anterior. Los motivos fundamentales: problemas familiares a causa de las drogas y la sensación de "haber tocado fondo". La edad media se sitúa en los 26 años, el 69% solteros y la mayoría de ellos marcados por el fracaso escolar.

Ocho de cada 10 personas en tratamiento son hombres, todavía abrumadoramente mayoritarios sobre las mujeres que acuden a los centros. Entre ellas se observa un incremento de jóvenes toxicómanas viudas, cuya pareja ya ha caído víctima de las drogas o el sida.

Lino Salas destaca lo que, a su juicio, es un fenómeno relevante: que a los cuidadores les esté resultando más dificil convencer a las mujeres que a los hombres para acudir a los centros y, además, que ellas asuman peor las terapias. "Yo creo que es porque la mujer tiene más mecanismos de defensa. La terapia es de autoayuda. Los afectados tienen que comunicarse, contar su historia, su pasado. Un chico no tiene problemas en decir cómo está y cómo se siente, pero las chicas ocultan su situación. Ocurre lo mismo en prisión", continúa.

Otra diferencia que destaca es que las mujeres consiguen la droga con más facilidad, o a través de la prostitución "o porque los familiares y los amigos les dan para todo más facilidades que a los chicos".

La investigación dedica un capítulo al estudio del entorno familiar del drogodependiente, revelando datos tan indicativos como que el 29% de ellos tiene actualmente un padre con problemas de alcohol y otro 41% lo ha tenido en el pasado. Las madres de casi un 20% consumían habitualmente barbitúricos, y las parejas, la mayor fuente de relación con las drogas en el ámbito familiar, eran también usuarias habituales.

En general, los residentes pertenecen a familias numerosas de clase media. Un 15% se situan en estratos sociales superiores y otro 30% en clases marginadas. La edad media de los padres es de 56 años, y sólo la mitad de ellos declaran una situación laboral estable.

El informe destaca que durante 1992, Proyecto Hombre tuvo que enfrentarse con el ingreso en prisión de 51 jóvenes integrados en procesos de rehabilitación. Por ello, su presidente, Isaac Nuñez, pidió ayer una vez más que los toxicómanos cumplan sus condenas de forma diferente al resto de los reclusos para evitar que recaigan.