El avance del fuego obliga a intervenir a 270 militares en el incendio de Castellón

El fuego ganó la partida. La ola de incendios que desde el domingo devasta Castellón se convirtió ayer en catástrofe y obligó a intervenir a tres compañías del Ejército -un total de 270 soldados-, que apoyaron la acción de los medios de extinción de la Generalitat y de cientos de voluntarios. Este masivo despliegue, sin embargo, no consiguió acabar con el avance de las llamas. Tampoco pudo ser controlado el incendio que asola la zona montañosa de Escorca, en Palma de Mallorca. En Zaragoza, 2.000 hectáreas de encinas y pinares fueron arrasadas por las llamas. Este incendio fue extinguido anoche.

Al cierre de esta edición, seguían fuera de control los dos mayores incendios del norte de la Comunidad Valenciana: el de Argelita, que tras devastar más de 4.000 hectáreas en siete municipios amenazaba con extenderse hacia la frondosa zona de Penyagolosa, y el de Sant Mateu del Maestrat, que había calcinado ya 1.500 hectáreas. A estos fuegos se sumaron a lo largo del día los de Peñíscola, Benicarló y el del paraje natural del Desierto de las Palmas. Todos ellos controla dos antes de caer la noche.Las compañías del Ejército que se incorporaron a la extinción del fuego procedían de Bétera (Valencia), Partena y del Regimiento Tetuán 14 de Castellón. Las dos primeras fueron destinadas al incendio de Angelita -a los frentes de Figueroles y Fanzara- y la tercera a Sant Mateu.

Su trabajo no comenzó hasta pasado el mediodía, debido al peligro que revestía el incendio. "Estamos aquí desde las siete de la mañana, pero aún no hemos intervenido", dijo sobre la una de la tarde de ayer el capitán Llorens, que estaba al frente de la compañía de Bétera. "Esperamos las indicaciones del ingeniero de montes", añadió. Entretanto, los soldados podían contemplar la estela de humo y ceniza que dejó tras de sí el fuego. Los montes de algunos de estos municipios, como los de Alcora o Ribesalves, han quedado casi totalmente esquilmados.

Dos frentes activos

El mayor incendio afectó a Alcora, Figueroles, Llucena, Vallat, Argelita, Ribesalbes y Fanzara. Iniciado el domingo por la noche, anoche mantenía dos frentes activos de varios kilómetros. El fuego calentó ayer los ánimos del consejero de Medio Ambiente, Emérit Bono, quien dijo: "Hay un terrorismo que mata personas, y hay otro que mata la naturaleza". Bono subrayó que tras las primeras indagaciones todo apunta a que se debió a una imprudencia de un grupo de jóvenes que encendieron una hoguera cerca del río de Argelita.En Zaragoza, ayer fue controlado el incendio del sur del Moncayo, que devastó 2.000 hectáreas de pinos, encinas y monte bajo. Este siniestro parece que fue provocado por unos apicultores que manipulaban varias colmenas.

En Palma de Mallorca, se declaró un incendio al mediodía de ayer en Cala Tuent, en la localidad de Escorca, calificado como "muy importante" por las autoridades autonómicas, informa Efe.

El fuego afectó a una zona montañosa muy abrupta, lo que dificultaba notablemente los trabajos de extinción. Las llamas, que arrasaban monte bajo, pinar y carrizo, presentaban dos focos activos. La Consejería de Agricultura del Gobierno balear no conocía anoche las causas que los originaron.