La torería de Curro Vázquez

La torería estuvo en La Glorieta gracias a Curro Vázquez, pero el público se impacientó cuando trasteaba a su primero y entre eso y el viento, el torero abrevió. En el cuarto vimos cómo se cita al natural, ya de frente, ya dando el medio pecho, como decían los críticos antiguos, y cómo se desafia al toro cimbreándose y echándole los flecos de la muleta al morro, al tiempo que se adelanta la pierna contraria.Pero salió en sexto lugar Desaviado, que entre otras virtudes tuvo la de no dejarle a Jesulín meterse entre los pitones. Y vimos entonces fijeza en el peto, galope en banderillas, repetición en la muleta, morirse en el centro con la boca cerrada. No fue un toro perfecto; fue, sencillamente, un toro de lidia que además tuvo hechuras y seriedada. Cuando Jesulín quiso hacerle su toreo, dijo que de ninguna manera y el torero desistió. En su primero sí; después de pegarle un montón de pases, en el momento en que el toro comenzaba a agonizar Jesulín se puso a darle el pésame al oído.

Espartaco no tuvo nada delante. En su primero, enganchones y pico a mansalva; en su segundo, sin cuartos traseros, trasteó brevemente por la cara.

Cogida de El Cordobés

El Cordobés sufrió una cornada en el cuello cuando toreaba al sexto toro en la corrida de ayer en Aranda de Duero (Burgos). Pese al percance, continuó la faena y mató al toro, informa Efe. Fue asistido de herida en el músculo externo cleiromastoideo, y otra de tres centímetros en el interior del maxilar, con fuerte inflamación. Se le recomendó reposo y observación médica durante 48 horas.Se lidiaron toros de Mercedes Tabernero. Emilio Silvera, oreja en cada uno. Finito de Córdoba, dos orejas y oreja. El Cordobés, oreja y palmas.

En Murcia se lidiaron toros de Jandilla, flojos. César Rincón, silencio y pitos. Joselito, ovación y vuelta. Enrique Ponce, oreja; aviso y silencio.