Crisis y soluciones

En este país las soluciones a las crisis siempre son las mismas, a costa de los salarios y las pensiones. Los simples ciudadanos votantes y asalariados no vamos a pretender enmendar la plana a quienes ejercen el poder, directa o indirectamente otorgado por nosotros en las urnas, pero sí quiero sugerir una matización que mostraría la buena voluntad de nuestros dirigentes.Dicen: subida máxima de sueldos del 1,8% al 2,5%, de acuerdo, pero ¿por qué no invirtiendo la escala? Así, el poder adquisitivo se mantendría de forma más justa. Y respecto al coste de las pensiones, se reduciría considerablemente si se suprimieran las "honoríficas", "por servicios prestados", etcétera, por ejemplo las asignadas a los ex de los diversos cargos que continúan en activo y tienen otras fuentes de ingresos -se supone que acceden a esos cargos por voluntad de servir al país, no a sí mismos, y al cesar en ellos pasan a ocupar posiciones privilegiadas derivadas de los mismos-. No sé

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de ningún ex ministro, ex director general, etcétera, que esté en el paro. De ser así, por supuesto que no se le retire su asignación de ex. No comprendo que nuestros expertos en economía se sorprendan al comprobar la cantidad que Hacienda tiene que de volver por las declaraciones de la renta que han resultado negativas. Hacienda no somos todos, o al menos no en la misma medida. La principal fuente de ingresos es la que nos retiene de las nóminas a los únicos que no sólo pagamos nuestros impuestos, sino que forzosamente prestamos el dinero ganado con nuestro trabajo durante al menos un año, sin percibir intereses por él, y hasta so portamos recargos con carácter retroactivo, como ocurrió el año pasado. Esta presión que sopor tamos quienes trabajamos por cuenta ajena no puedo decir que sea ilegal, puesto que la ley la ha cen ellos, pero sí es injusta, ya que se ejerce siempre sobre los mismos, los más débiles, sin ninguna posibilidad de evitarlo y que si no proviniera del Gobierno, con el consentimiento de quienes en teoría nos represen tan (sindicatos), podría calificar se de abuso, extorsión o cual quier calificativo similar.

Con líderes de izquierdas como los que tenemos, ¿quién necesita a la derecha?, y ¿hasta dónde podremos soportar?