Reiteración

El retorno, la vuelta a la imprevisible cotidianeidad de los conciertos, lo abrió la sala Revólver con la actuación de los norteamericanos Bad Brains. El signo de los tiempos que corren en la música marca el trabajo del veterano cuarteto de Washington desde hace 15 años: la pureza del pasado con el punk y el rock como pilar, el eclecticismo más radical con el reggae como bandera y el hardcore como vía de transmisión.El estreno del nuevo vocalista de la banda, Israel Jossefh I, intentó desplegar, a través de su carácter y personalidad sobre el escenario, consignas y poses mesiánicas en un concierto dominado, sin embargo, por la reiteración y la búsqueda de un sentimiento impactante y machacón, que se quedó en aguas tibias y fangosas.

Como instrumentistas, el cuarteto demostró fuerza y efectividad: la voz como un hilo, desgarrada, contradictoria; la batería del único componente blanco de la banda, dura y rápida, colocada de perfil sobre el escenario; un bajo con las raíces del reggae desbordándose y una guitarra poco afilada y densa.