Análisis de visceras
Los veterinarios de la plaza de Colmenar Viejo están tomando muestras de las vísceras, sangre y orina de todos los toros que se lidian en esta feria para su posterior análisis. Con ello tratan de averiguar si el comportamiento de las reses se ve modificado por el efecto de algún fármaco, que explicara, además, la evidente falta de fuerzas que acusan las reses de distintos hierros. En la feria del año pasado el equipo veterinario comprobó que el 84,3% de las astas de los toros lidiados habían sido manipuladas (ver EL PAÍS del 1 de julio), y en la presente edición se efectúa igualmente el reconocimiento post mortem de las mismas.Estos trabajos se llevan a cabo con la autorización del presidente de las corridas, Francisco González. Los análisis no se realizan porque el comportamiento de los toros sea particularmente extraño en Colmenar, sino por el propio interés de los veterinarios Federico Moreno, Santiago Gómez, Joaquín Pérez-Flecha, Luis Miguel Luciáñez, Rosa María Díaz y Alejo Alcántara, quienes realizan en la plaza de la que son titulares los pertinentes trabajos, con el exclusivo fin de combatir los presuntos fraudes.
Su generalización queda demostrada en el estudio que realizaron en la pasada feria. La mayor parte de las manipulaciones que se habían realizado en las astas dé los toros no serían detectadas ni siquiera en plazas de primera categoría, como Las Ventas, con los actuales medios de los que se dota a los veterinarios.
Todos los trabajos se efectúan a título de investigación. Hasta, ahora no ha habido más denuncias que las que puedan generar los análisis oficiales de las astas de un toro de Los Eulogios y otro de Jódar y Ruchena, lidiados por El Niño de la Taurina y Jesulín de Ubrique, respectivamente, bajo responsabilidad de los ganaderos. Los veterinarios aún desconocen los resultados de las astas que enviaron el año pasado a los laboratorios oficiales por ser sospechosas de afeitado.
