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La rotura de una presa en la provincia china de Qinghai provoca mas de 200 víctimas

Una presa se rompió en la noche del viernes al sábado en la provincia china de Qinghal, en el oeste del país, provocando la muerte de al menos 223 personas. La noticia se supo sólo ayer por la tarde, cuando fuentes policiales locales la anunciaron en una cadena de televisión regional, antes de su confirmación por la agencia Nueva China. Las autoridades chinas suelen esperar antes de informar sobre las catástrofes que ocurren en el país hasta que las operaciones de rescate hayan sido emprendidas.Fuentes oficiales afirmaron que la cifra de víctimas podría todavía aumentar en las próximas horas. El depósito de la presa afectada, la de Gouhou, llevaba unos 2,6 millones de metros cúbicos de agua en el momento del accidente. No se ha dado hasta ahora ninguna explicación oficial sobre la causa de la rotura de la presa.

Torrentes de agua se precipitaron desde la presa hacia el valle, tragando a varios pueblos de los alrededores. El número de personas sin hogar se eleva ya a varios miles, según informaron a la televisión fuentes sanitarias locales. Los servicios de socorro se organizaron rápidamente y llevaron a los heridos a los hospitales de los alrededores, situados a una distancia de varios centenares de kilómetros, ya que la zona se encuentra muy aislada. Los daños materiales alcanzan unos 17 millones de dólares (2.300 millones de pesetas), según informó la televisión local.

Según Nueva China, el Gobierno central ordenó la apertura de una investigación para determinar las causas de la catástrofe. La agencia aseguró que el viceprimer ministro, Zhu Rongji, se había "interesado personalmente" por la suerte de los damnificados y les había estimulado a "reconstruir sus casas y reanudar una vida normal".

Zona de mesetas

La remota provincia de Qinghai es una zona de mesetas y de altas planicies, con una tierra árida y seca donde malviven ganaderos nómadas con sus rebaños. El impacto del accidente puede ser desastroso para esta región naturalmente pobre y con poca agricultura.Las catástrofes naturales o debidas al hombre se multiplicaron en China durante estos últimos años. Más de mil personas ya muerieron durante el verano de este año por las lluvias torrenciales que azotaron el centro y el este del país. En el mes de septiembre del año pasado, un tifón mató a 120 personas en la provincia sureña de Zhejiang.

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