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La crisis provoca un aumento del 114,5% en los expedientes de regulación de empleo hasta abril

El número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo en los cuatro primeros meses de 1993 -211.048- aumentó un 114,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Más de la mitad de los expedientes autorizados -4.501 de un total de 8.096- implicaron la extinción de contratos. Sin embargo, fue la suspensión temporal la que afectó a un mayor numero de trabajadores, 140.681. La contundencia de estas cifras refleja la intensidad de la actual crisis, e incide en uno de los problemas más graves de la economía, la desviación del déficit. De acuerdo con los datos que maneja Trabajo, el Estado ha abonado en lo que va de año unos 270.000 millones de pesetas como consecuencia de los expedientes aprobados.

Las estadísticas oficiales sobre regulaciones de empleo parecen haber vuelto a la primera parte de la década de los ochenta, cuando se tramitaban expedientes que afectaban a entre 600.000 y 700.000 personas al año. Eran tiempos de crisis profunda, escasas expectativas y la gran amenaza de las reconversiones industriales. Ahora, la economía española vuelve a verse en el fondo del agujero de la recesión. Una situación cuyo primer y más crudo reflejo se percibe en el merca do laboral y en las medidas que adoptan las empresas para ende rezar el rumbo. Durante los cuatro primeros meses de este ejercicio, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social registró un total de 8.518 expedientes que afectaban a 211.048 personas. De ellos, autorizó alteraciones en el empleo de un total de 201.482 personas: El resto fueron, o bien desautoriza dos por el Ministerio (fue el caso de 7.852 trabajadores), o bien las empresas desistieron de seguir adelante con su propósito inicial (1.714 trabajadores).

Del total de los 8.096 expedientes de regulación de empleo autorizados, entre enero y abril de 1993, más de la mitad -4.501- supusieron la extinción defintiva del contrato de trabajo. No obstante, sólo afectaron a 39.200 trabajadores de los 201.482 sujetos a regulación de empleo. Los expedientes re sueltos con extinción en los primeros cuatro meses de 1992 fue ron la mitad, 2.117, y afectaron a 24.030 personas.

La suspensión, otra de las posibilidades de regulación de empleo, fue utilizada en 3.156 expedientes. Sin embargo, fue la modalidad que se aplicó a un mayor número de trabajadores, 140.681, más del doble que en los primeros cuatro meses de 1992.

Reducción de jornada

Por último, la reducción de jornada se aplicó a 21.061 trabajadores entre enero y abril de 1993 -diez veces más que en el mismo periodo de 1992-, en virtud de los 439 expedientes autorizados.

Donde se demuestra con una crudeza absoluta que la actual crisis es la crisis de la industria es en el reparto de los expedientes de regulación de empleo por acti vidades, que superan con creces los registrados en otros sectores productivos.

Por ejemplo, en el ya depauperado sector agrario, la incidencia fue mínima. A lo largo de los cuatro primeros meses del año se tramitaron expedientes para 9.344 personas, 400 menos que para el mismo periodo del ejercicio anterior. Casi inamovible.

Una conclusión muy distinta se extrae cuando se analizan esas mismas estadísticas, pero referidas a la industria. En el escaso margen de tiempo que representan cuatro meses de trabajo, se tramitaron casi 4.000 expedientes que afectaron a 169.527 personas. Casi a 100.000 más que en el mismo cuatrimestre de 1992. Aplastante. La construcción y los servicios, otros de los sectores analizados en las estadísticas del Ministerio de Trabajo, también mantienen la tendencia de duplicar los trabajadores con problemas en sus empleos, aunque la cuantía global es muy inferior.

En la construcción se tramitaron expedientes que afectaron a 3.730 personas, frente a los 1.820 que reflejaban los boletines oficiales que analizaban el periodo que va de enero a abril de 1992. En servicios, el número global de personas sujetas a expedientes fue de 18.881, contra los 9.184 que se encontraron en esa situación en los cuatro primeros meses del año pasado.

Los efectos de la crisis en el empleo tampoco han respetado el tamaño de las empresas. En las compañías de menos de 100 empleados, casi se han duplicado los trabajadores afectados por expedientes. Ese tope se rebasó, aunque no de forma alarmante, en las compañías que cuentan con más de un centenar de asalariados. Tal vez el caso más llamativo lo hayan protagonizado las empresas con una plantilla que oscila entre 101 y 500 personas. De enero a abril de este ejercicio se presentaron expedientes para 52.822 trabajadores, contra los 23.268 de idéntico periodo de 1992.

Comunidades más afectadas

La frontera autonómica también ha sido traspasada sin dificultad por la crisis. La comunidad con un mayor número de trabajadores incluidos en regulaciones de empleo fue, en los cuatro primeros meses del año, Cataluña, con un total de 52.699, cuando en el mismo periodo del año anterior esa cifra sólo era de 10.078.

En el País Vasco, 36.798 trabajadores también observaron cómo pasaban a verse afectados por expedientes de regulación, frente a los 23.706 del primer cuatrimestre de 1992. La tercera de las comunidades más afectadas por los expedientes fue Madrid, con un total de 15.619 trabajadores implicados, frente a los 8.492 del año precedente.

Por contra, las comunidades menos afectadas fueron Extremadura (454 trabajadores), La Rioja (620 trabajadores) y Canarias (785 trabajadores). Se da la circunstancia de que Canarias es la única comunidad en la que cayó el número de trabajadores afectados por expedientes en el primer cuatrimestre del año.

Más cierres que en Europa

Los efectos de la crisis no sólo se palpan en el espectacular aumento del paro o de los expedientes de regulación de empleo. Ello siempre va, obviamente, aparejado a empresas con serios problemas de funcionamiento. En el primer semestre del año han cerrado en España un total de 5.693 empresas, lo que supone un aumento del 140,7% sobre el mismo período de 1992. Este incremento es el más elevado de los 14 países más representativos de Europa, tal y como señala un informe elaborado por la firma especializada Dun & Bradstreet.El análisis demuestra que la crisis está golpeando duramente a todo el tejido empresarial europeo. Entre enero y junio han cerrado sus puertas un total de 113.879 empresas, frente a las 102.324 que lo hicieron en el primer semestre de 1992. Austria (56,2%), Holanda (35,3%), Alemania (33,2%) y Dinamarca (25,9%) son los países que siguen a España en el deterioro de la salud de sus empresas. Por el contrario, Noruega y Suecia son los únicos que han visto crecer el número de sus empresas en el primer semestre de este año.

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